"Que coman un día un pedazo de pan con mate cocido no les hará nada"
El deterioro que en los últimos meses ha sufrido el servicio tuvo como punto máximo cuando les entregaron a médicos y trabajadores un plato de puré.
Lo que está sucediendo en la Salud Pública de San Luis es más que preocupante. A la falta de médicos y de otros profesionales ahora se le suman cuestiones como falencias en la alimentación tanto de pacientes como los trabajadores, quienes para cuidarlos cumplen guardias de 12 o 24 horas.
El deterioro que en los últimos meses ha sufrido el servicio tuvo como punto máximo ayer, cuando a los trabajadores y profesionales del Hospital Pediátrico (que funciona en el ex Hospital San Luis) les entregaron una vianda consistente en puré de papa.
Cuando esto sucedió, la sorpresa y el desagrado fueron mayúsculos, y también fue la gota que rebalsó el vaso. Los propios afectados, a través de distintos posteos, difundieron la magra alimentación que estaban recibiendo.
Por las demoras en los pagos a la empresa privada que presta el servicio de catering, se fue aminorando de a poco la calidad de los preparados.
Señalan que antes les traían, por ejemplo, pollo acompañado por puré o ensaladas junto a un postre. Sin embargo, cuando las acreditaciones empezaron a demorarse, el menú fue cambiando. De pollo se pasó a una tortilla de lentejas o de arvejas, una hamburguesa de lentejas, hasta que, de cena, de vez en cuando les entregaban un omelette con jamón y queso.
Finalmente, la indignación estalló ayer en el centro médico cuando les entregaron bandejas con un pocillo conteniendo puré.
Entre los afectados por esta decisión están los médicos residentes que almuerzan y cenan en el hospital, con la gravedad de que a ellos de la beca que perciben del gobierno nacional les hacen una retención por la alimentación que reciben, o que deberían recibir.
A quienes fueron a reclamar por la deficiente calidad de las comidas, una de las responsables de Nutrición del centro asistencial les respondió: “Que coman un día un pedazo de pan con mate cocido no les hará nada”.
El destrato a los profesionales de la salud por parte del gobierno provincial parece no tener límites y esta contestación así lo prueba.
Redacción/MGE
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