Cesáreas vs. parto natural: una elección que despierta polémica

La tasa de cesáreas practicadas a nivel global es muy superior a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que aconseja que no sea superior al 15% de los nacimientos. Y San Luis no es la excepción. En el ámbito público, los partos naturales alcanzan una tasa de casi el 70%. Mientras que en el sector privado, el número se invierte a favor de las cirugías.

La ley de parto humanizado dice que se debe respetar los tiempos del parto.

El ministro de Salud, Marcelo Riera indicó que en la Maternidad provincial "Teresita Baigorria", en los primeros cinco meses de 2016, hubo 1033 partos, de los cuales 733 fueron normales y 300, cesáreas. En Villa Mercedes, en el Policlínico "Juan Domingo Perón", el número de partos es de 561, de ellos 332 fueron partos eutócicos (naturales), y 229 cesáreas. “Hay un incremento no justificado y preocupante del aumento de la cesárea. ¿Por qué? Porque es un acto quirúrgico, estamos hablando de incisión, anestesia, complicaciones en la herida quirúrgica, que son todas factibles cuando existe un acto quirúrgico. Los considerandos que podríamos llegar a tomar son varios. Uno el económico, es una arista, la cesárea vale el doble de lo que vale el parto natural; otra la comodidad, el dolor no es aceptable en ninguna condición, y la mujer prefiere ante el dolor someterse a una cesárea. Pero además hay un postoperatorio como toda cirugía al que hay que enfrentarse”, detalló Riera.

Marcelo Cardetti, uno de los directores de la Clínica Cerhu, informó que la tasa de cesáreas oscila entre el 68 y 70%, sobre unos 1.200 nacimientos al año. Y coincidió en que hay muchas mujeres que prescinden del modo natural para dar a luz. “Esto se debe un poco al cambio de paradigma social, hay un porcentaje de mujeres que piden cesárea, está relacionado al miedo y a que mucha gente por practicidad hasta programa el día de nacimiento de su hijo o que ya tiene una cirugía previa y es mucho más frecuente que vaya a la cesárea por eso; o patologías maternas que por supuesto indican la necesidad de cesárea. O bien por complicaciones que aparecen al momento del trabajo de parto. Es bastante complejo, pero hay muchas causas”, dijo. Y admitió que el número es elevado en relación a lo recomendado por la OMS, pero explicó que es una incisión generalmente de bajo riesgo, aunque aclaró que intentan priorizar el parto natural. “Se ha transformado en una cirugía extremadamente rápida y de bajo riesgo, pero claro que no deja de ser una cirugía. No hay un trabajo para intentar disminuir la cantidad. Nosotros y todos los privados, a nivel país y mundo, tenemos un alto índice de cesárea, y hasta el sector público está por encima del nivel recomendado. 

Alejandro Heredia, ginecólogo del Sanatorio La Merced, de Villa Mercedes, coincidió en que en la clínica las cesáreas son mayoría. "Hay cesáreas por indicación médica y es cierto que muchas mujeres eligen tener a sus hijos de esa manera. Es que le tienen miedo al parto, tienen temor de que algo se complique", explicó. "En un parto puede venir todo bien, pero de un segundo a otro cambia todo. Una cesárea es una cirguía muy simple, donde todo está controlado, es más rápido. El parto natural son horas de trabajo de parto con la incertidumbre de no saber cómo va a salir", detalló. Y admitió que también puede tener que ver la comodidad del profesional, como en la mayoría de los casos. "No lo digo de mi parte, yo tengo un número alto de partos naturales, pero es verdad que por ahí el médico en una cesárea en media hora ya está el bebé afuera. En el parto son horas y horas", explicó. Y desmitificó el tema del dinero. "Es mentira ese mito del costo. A nosotros el parto o la cesárea se nos paga exactamente lo mismo", argumentó.

Además aclaró que el parto natural es lo más beneficioso. "La cesárea es una cirugía, y como todas deja sus secuelas. No hay en medicina algo que sea 100% seguro, pero sí minimizás muchísimo los riesgos contra el bebé, en relación con el parto", indicó.

Adriana Pérez, directora de la Maternidad "Teresita Baigorria", explicó que los beneficios de parir naturalmente son varios. “Es nuestra manera de dar la mayor garantía de salubridad no sólo a la gestación, sino a la finalización de la misma. Un parto natural, un alumbramiento normal, una bajada de leche normal, lactancia precoz todo cierra para que el sector público propicie el parto natural”, indicó. “Siempre es mejor parir naturalmente. Lo natural es que una gestación tenga el número de controles que debe tener, un mínimo de siete durante la gestación, como marca la OMS. Que la gestación llegue a término, que sea saludable, y que nazca por parto normal. Eso beneficia muchísimo la salud de la mamá, puede amamantar más rápidamente. La mamá se va a reponer mucho más rápido físicamente y psicológicamente, y el niño va a estar mucho más saludable, porque aquí no hay fármacos, medicación, anestésicos, suturas, ni procedimientos quirúrgicos”, dijo. Y destacó la diferencia entre ambas metodologías: “Es la forma natural de nacer y más humanizada de asistir. Nosotros somos casi espectadores, sólo damos garantía de que  todo se desarrolle normalmente. De la otra forma es un equipo médico en un quirófano que realiza una cirugía”.

Pérez fue más extremista y consideró que la cesárea debe ser practicada por indicación médica en casos que así se requiera. “La indicación debe ser en términos estrictamente médicos, es una indicación en casos en que el binomio tenga algún riesgo. Tanto la mamá como el bebé. Donde haya aumento de la presión arterial, por ejemplo, o una mamá diabética, o con displasia de cadera”, detalló.

Marcela Lozano, de la agrupación Mujeres por un Parto Respetado, diferenció dos tipos de cesáreas. “Existe la cesárea programada, que es aquella que se pauta con el médico para un día específico; y la cesárea que se da después de un trabajo de parto en el que finalmente el niño no puede nacer por vía eutócico”, describió. En este último caso, la mujer atraviesa la labor de parto y libera hormonas que sirven para el desarrollo del bebé, mientras que en el primero eso no sucede. “No estamos en contra de las cesáreas, pero creemos que deben suceder cuando sean realmente necesarias. Y que se respete el proceso de nacimiento. Hay cesáreas programadas con anterioridad porque la mamá corre riesgo. Pero vemos que por otro lado hay un abuso de esa práctica”, puntualizó.

El grupo, que nuclea a unas quinientas mujeres, difunde la Ley Nacional de Parto humanizado (Nº 25.929) en diferentes talleres y reuniones. La normativa establece que la mujer debe ser informada de cualquier práctica que se le haga antes, durante y después del parto, que se respete el tiempo biológico y psicológico, evitando prácticas invasivas; a elegir quién la acompañe y que le permitan ingresar a la sala de parto con esa persona (algo que en el ámbito público a veces es difícil), entre otras. “Una de las cosas que pedimos es que a la mujer se le informe adecuadamente. Sabemos que hay mamás que piden programar cesárea, es por desconocimiento. El médico debe informar bien y apoyarla para que en realidad elija el parto eutócico, porque las mujeres nacemos con esa capacidad de tener hijos de forma natural”, contó. El profesional es clave en el proceso. “Sabemos que algunos médicos ofrecen cesárea programada, y hay otros que eligen darle el tiempo al bebé para que nazca y otorgan la información adecuada”, dijo.