El asalto a la comisaria de San Justo fue planificado por la novia de uno de los detenidos

La principal hipótesis que investiga la Justicia es que el ataque a la Comisaría Nº 1 de San Justo, ocurrido la madrugada de lunes fue planeado por Zahira Ludmila Bustamante, de 19 años, para rescatar de los calabozos a su novio, Leandro Aranda, preso por el homicidio de un narco que se quedó con un cargamento de 70 kilos de cocaína, que habían robado en complicidad.

Otros cuatro nuevos sospechosos fueron detenidos por la causa de intento de copamiento y fuga en el que fue baleada una sargento de la policía bonaerense, Alejandra Rocío Villarreal, de 25 años,  por lo que ya son seis los apresados por el caso, y tienen 15, 22, 29 y 30 años.

Fuentes de la investigación aclararon que de estos nuevos detenidos, dos están directamente vinculados con el tiroteo en la comisaría y fueron identificados por la policía como Gonzalo Dangelo y Daniel Alberto Rodríguez.

Uno de ellos está sindicado como el que entró a la seccional con una herramienta cortacandados y el otro, por sus características, también fue protagonista del ataque, según los registros de las cámaras.

Dangelo, quien trabaja en un taller mecánico, al ser detenido tenía en su poder las llaves de un Volkswagen Vento que estaba estacionado a pocos metros y en cuyo interior se encontraron 300 dólares y un teléfono celular.

El otro demorado fue hallado en la casa de su madre, en una habitación dentro de un conventillo de Mataderos, donde se escondía con la excusa de un supuesto desorden psiquiátrico.

Por su parte, el de 30 años, tiene pedido de captura por infracción a la Ley de Drogas, mientras que el adolescente de 15 fue atrapado cuando intentó escapar en uno de los allanamientos con un auto con pedido de secuestro.

Por el caso, ya estaban detenidos Bustamante y su primo Bruno Postigo Marullo Postigo, también de 19 años.

El ataque a la seccional ocurrió a las 5 de la madrugada cuando al menos cuatro personas vestidas con gorras y camperas negras con la inscripción "Policía" y armados con pistolas llegaron al lugar a bordo de un vehículo de color gris.

Según quedó registrado en las cámaras de seguridad de la comisaría, uno de los delincuentes quedó en la puerta como "campana", otro detrás de una puerta de blindex y los dos restantes llegaron hasta la sala de guardia de la seccional y comenzaron a disparar contra los cuatro efectivos que se hallaban en ese momento realizado tareas administrativas.

Como consecuencia del tiroteo, la sargento Villarreal, recibió un balazo que le rozó el brazo derecho e ingresó por la tetilla, lesionó hígado, riñón, diafragma, pulmón y llegó a la columna donde destruyó una vértebra dorsal y afectó la médula, razón por la que la policía no tenía sensibilidad en sus piernas.

Télam/NA