Pidieron perpetua para Nahir Galarza por el homicidio de Pastorizzo

La fiscalía y la querella solicitaron este lunes la pena de prisión perpetua para Nahir Galarza, la joven de 19 años acusada por el crimen de Fernando Pastorizzo, ocurrido el 29 de diciembre del año pasado en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú.

Por primera vez en el debate oral, Galarza realizó su descargo frente a los magistrados que la juzgan por asesinato y, entre lágrimas, declaró durante unas dos horas.

En los tribunales de Gualeguaychú, la joven negó que con Pastorizzo fueran novios y dijo que, en cambio, sólo de encontraban en horas de la madrugada "para tener sexo".

También brindó su versión de los trágicos sucesos en los que terminó perdiendo la vida el joven de 20 años y aseguró que el arma se disparó "por accidente", dos veces, ya que Pastorizzo tenía dos impactos de bala.

Galarza dijo que tras las detonaciones "de repente me quedé aturdida y nos caímos los dos para el costado. Me alcancé a levantar y fue enseguida que quedé otra vez aturdida. Fueron dos segundos nada más". "No sé cómo describirlo. Se me puso la mente en blanco, no sabía qué hacer. Tenía la mente como apagada. Estaba desesperada y nerviosa. No sé cómo explicarlo, ojalá supiera cómo hacerlo", sostuvo ante los jueces.

"No sabía qué hacer, no podía quedarme pero tampoco irme. Se me había apagado la mente. Me fui a mi casa, entré en mi habitación y no sabía qué hacer. Sabía que Fernando había recibido un disparo, pero del otro disparo no sabía. Estar herido no significa que te vas a morir", lanzó.

Y agregó: "Me quedé aturdida. No se me cruzó por la cabeza que Fernando se iba a morir", e insistió: "Fue un accidente, por más cosas que me hubiera hecho nunca le hubiese causado daño. Nunca se me cruzó ni se me cruzará por la cabeza matar a alguien".

"En serio, no quería que pasara lo qué pasó. Pensaba en mi papá y no quería que lo culparan porque era su arma (...) Todos los días tengo la culpa de haber agarrado el arma en ese momento y no haber dejado que las cosas pasaran de otra forma. Estaba desesperada", manifestó.

Con la clara intensión de que los jueces no consideren el agravante del vínculo en el crimen, Galarza aseguró que la víctima no era su novio: "Solo nos veíamos a la madrugada para tener sexo. No era nada especial (...) Siempre pasaba lo mismo, me insultaba, me decía zorra y desesperada. Y me decía la palabra que más me hería: depresiva".

"Una vez le conté que cuando llegaba a mi casa y me acostaba, me ponía a llorar. No se lo conté para darle lástima. Pero él lo usaba para lastimarme", dijo sobre Pastorizzo, a quien también acusó de consumir drogas.

NA.