Recomiendan hacer controles a los niños que tuvieron COVID-19

Si bien son el grupo etario que menos ha sufrido el coronavirus, la salud de los niños que cursaron la enfermedad no debe desatenderse. Por eso, dos pediatras recomiendan realizar controles entre dos y cuatro semanas después desde que recibieron el alta, como una forma de descartar secuelas como el síndrome inflamatorio multisistémico.

Juliana Kruse y Yamila Nicola son dos jóvenes médicas que se desempeñan en diferentes clínicas y centros de salud de la ciudad, pero que también realizan un servicio a través de las redes sociales. Cuentan con una página de Facebook y un perfil de Instagram en los que brindan consejos y pautas para cuidar a los pequeños.

"Arrancamos hace cuatro años, cuando llegamos a Villa Mercedes. Veíamos que había muchos conceptos que estaban viejos y la gente necesitaba información y un apoyo virtual", explicó Kruse.

Uno de sus posteos más recientes contesta una pregunta que los padres y las madres les realizan mucho: "Mi hijo tuvo COVID-19, ¿debo llevarlo a control después del alta?".

Nicola contó que durante estos años, los niños con posibles cuadros de COVID-19 se vieron más en las guardias que en los consultorios pediátricos. Sin embargo, explicó que si los pequeños fueron contactos convivientes de casos positivos, ya son considerados pacientes que tuvieron coronavirus.

De esa forma, dijo que tienen más o menos posibilidades de presentar secuelas, en función de la intensidad con la que cursaron la enfermedad: si fueron graves, leves o directamente asintomáticos. "Por ejemplo, si tuvo un cuadro respiratorio como neumonía, quizás amerita un estudio de laboratorio o cardíaco. Pero eso depende de la evaluación que se hace de cada niño", sostuvo.

Sin embargo, agregó, hay algunos chicos que no tuvieron síntomas cuando estaban contagiados, pero que pueden empezar a manifestarlos a las semanas. "En la libreta de salud les señalamos todos los signos de alarma, por si arrancan con fiebre prolongada, sarpullidos en el cuerpo, vómitos, diarrea o alguna afectación cardíaca. Es importante que, ante esto, recuerden el antecedente de la COVID-19, porque pueden estar ante un síndrome intestinal multisistémico. Es raro, no lo vemos con mucha frecuencia, pero hubo casos y es importante estar atentos", completó Kruse.

La pandemia, explicaron, tuvo un efecto importante sobre el sistema inmunológico de las personas. "Estamos viendo muchos nenes con problemas gastrointestinales, con vómitos, que son intolerantes a varias cosas. Eso se produjo porque al estar constantemente desinfectando, su flora intestinal se desarrolló de forma totalmente distinta", explicó Yamila.

Las especialistas agregaron que el tiempo de aislamiento también tuvo un efecto sobre la salud emocional de los niños, aunque ni siquiera hayan contraído el virus. "Al estar encerrados, aparecieron fobias, depresión, trastornos de ansiedad, obesidad y muchos retrasos en el lenguaje", contaron.

Por otro lado, los chequeos poscoronavirus son útiles para realizar una evaluación general de la salud infantil y revisar las libretas para completar la vacunación de calendario.

El comienzo de clases que se aproxima es el momento en el que más expuestos están los chicos a contagiarse de algún virus. Por eso, y aunque aclararon que es "casi imposible" que no adquieran ninguna enfermedad, aconsejaron ventilar los ambientes, realizar una buena alimentación y hacer actividad física.