Declaró el policía acusado de "truchar" firmas en actas

Walter Domingo Bustos, el policía acusado de falsificar firmas de actas de un allanamiento llevado a cabo en agosto de 2012, declaró este lunes ante la Cámara del Crimen 2. “Niego rotundamente el hecho que se me imputa”, expresó. Para hoy está previsto que las partes brinden sus alegatos y luego el Tribunal dé el veredicto.

El imputado contó que egresó de la Policía en 2019 y que su primer destino fue la División Delitos. Recordó que en 2012, cuando comenzó la investigación por el asalto a la estancia Rama, en La Carolina, se realizaron alrededor de diez allanamientos en simultáneo y que él participó de uno, en un domicilio de calle Catamarca, cerca del Parque de las Naciones.

Dijo que el procedimiento estuvo a cargo de la agente Karina Montañés, quien tenía la tarea de completar las actas. En junio del año pasado, ella optó por un juicio abreviado: fue condenada a un año de prisión en suspenso e inhabilitación para ejercer cargos públicos por dos años.

Bustos comentó que el procedimiento se extendió por más horas de lo previsto porque tuvieron que solicitar una extensión de la requisa, dado que hallaron unos vehículos. Ese oficio demoró en llegar. Señaló que vio a los dos testigos, un hombre y una mujer, hablando con Montañés. Dijo que en un momento vio que los testigos salían de la vivienda y que cuando él les preguntó adónde iban le respondieron que la agente los había autorizado a retirarse. Al consultarle a Montañés si lo que decían era cierto, ella le contestó que sí, que no se hiciera problema.

Mencionó que a la noche, ya en la comisaría, le hicieron firmar las actas que supuestamente ya estaban firmadas por los testigos. “Después me enteré que habían falsificado esas firmas pero yo nunca vi que lo hicieran”, aseguró. Le expresó al Tribunal que está dispuesto a someterse a una pericia caligráfica y marcó que, debido a lo ocurrido, tuvo problemas familiares y económicos, dado que no pudo acceder a ascensos de jerarquía.

En la audiencia de ayer también declaró Norma Zabala, quien en 2012, con quien entonces era su pareja, fue testigo del allanamiento y que se retiró antes de que finalizara porque debían ir a hacer un trabajo. En su testimonio aseguró que cuando la convocaron al Juzgado para reconocer su firma en las actas solo reconoció las primeras y un fragmento de lo que habían plasmado allí.

También que antes de retirarse del domicilio donde fue la requisa los agentes le indicaron que luego los iban a convocar para firmar el resto de las actas, pero que jamás lo hicieron.

Tras su turno declaró Ramón Lucero, su expareja, y recordó que la Policía le solicitó solo 10 minutos de su tiempo como testigo, pero que finalmente lo tuvieron unas 8 horas. Afirmó que a él no le exhibieron ningún elemento secuestrado y que solo le comentaron que tenían a un hombre detenido, a quien jamás vio.

Explicó que una mujer y un hombre policía le pidieron que firmara un papel que él no leyó y resaltó que nunca fue citado para reconocer su firma en las actas, por lo que el Tribunal pidió que le exhibieran las copias y, al observarlas, solo reconoció algunas firmas como suyas.

También declaró María Priante Riera, perito caligráfica. Comentó que  analizó las presuntas firmas de Zabala en las actas y que las mismas eran falsas.