Luján trabaja para recuperar la producción de naranjas

José Colombo Battaglia, el “Tano”, como le dicen con cariño quienes lo conocen,  insistió durante muchos años y el actual intendente de Luján, Pablo López, lo escuchó. “Nos reunimos con Pablo, chico joven y con enormes ganas de trabajar, y  le dije ‘te vengo a proponer algo: recuperemos la identidad perdida de Luján, hagamos naranjas’, y así fue. Hemos puesto en marcha un plan que incluye a todos los pequeños productores frutihortícolas de la localidad, les dimos entre 20 y 50 plantas, también sumamos a los vecinos, enseguida se manifestaron a favor de esta iniciativa. Recibieron los frutales con mucho cariño, y hoy por hoy los están cuidando”, expresó el agrónomo, que no es ingeniero, pero que se destaca porque es un gran conocedor de las condiciones de producción frutihortícola.

El proyecto de la Comuna que pondrá a brillar nuevamente a la localidad llevará un tiempo en tomar forma, pero con paciencia y constancia podrán lograrlo. Además cuentan con el apoyo del Sindicato de Mecánicos del Transporte Automotor (Smata).

“Hace mucho tiempo nuestro pueblo era conocido en la provincia y en todo el país por este tipo de cítricos, de hecho celebramos la Fiesta Provincial de la Naranja, pero con el tiempo esa tradición se fue perdiendo”, explica entusiasmado Mario Romero, el actual secretario de Gobierno de la Municipalidad de Luján.

El intendente Pablo López está enfocado en este proyecto, firmó un convenio con el Gobierno de la provincia para desarrollar este plan que llevará un tiempo, hasta que crezcan los naranjos, pero que va firme. Fue evidente que todos los habitantes del pueblo se sumaron. Una de las avenidas principales tenía en sus veredas hileras de los árboles frutales que están creciendo.

“Los ejemplares fueron distribuidos en diferentes espacios verdes de la localidad, como en plazas, en parques y en las veredas que tengan algún espacio para que se desarrollen bien. Algunos pequeños productores realizan el riego por acequia, otros vecinos pusieron un sistema por goteo, y a los que están plantados en los espacios públicos, pasamos con el camión y les ponemos agua”, indica Romero y agradece la colaboración de San Luis Agua, que “también se pusieron en campaña para proveer el agua que necesitamos para ir regándolos”.

Romero aclara que esta iniciativa implica mucho más que solo recuperar la producción de naranjas en Luján, “este proyecto a largo plazo, hará que muchos puedan trabajar en el agregado de valor. Actualmente en el hotel Smata está a punto de inaugurarse una fábrica en la que harán jugo de naranja y dulces, pero para que este proyecto tenga más fuerza se van a necesitar más naranjas, entonces para sumar volumen decidimos plantar cerca de 6 mil ejemplares”, especifica mientras observa las hojas de color verde oscuro de un pequeño naranjo, que no sobrepasaba el metro de altura.

“Hace un año y medio que trabajamos en esta gestión y uno de los objetivos que nos propusimos fue que el pueblo vuelva a tener la importancia en la producción de naranjas. Además los turistas también preguntan mucho por las naranjas, entonces la idea es que de acá a cinco años podamos contar con este tipo de producción”, explica y señala las tres hileras de ejemplares que fueron plantados en el barrio Los Pejes, cerca de la escuela.

Durante el recorrido de la revista El Campo por el pueblo, bajo un cielo totalmente gris apenas lloviznaba, se pudieron observar grupos de naranjos plantados en algunas esquinas y espacios verdes.

Sergio Sautur es jubilado, vive en Luján y tiene un amplio patio en su casa en el que cuida diferentes especies de plantas y árboles. Entre ellos, bien al fondo, hay tres columnas de naranjos que esperan crecer pacientemente. Con el mismo entusiasmo que Romero y Battaglia, Sautur indicó que ansía con alegría que el proyecto se concrete. 

“Me sumé y empecé con esta iniciativa porque tenía lugar para plantar los árboles de naranja, además ya cuento con agua para riego y los insumos necesarios para poder cuidarlos bien. Me encantó la idea de empezar con este proyecto de reflotar la producción de cítricos en Luján. Entonces estoy dando mi apoyo”, expresa rodeado de ejemplares.

“Tengo 28 árboles en total y sé que pronto voy a poder poner más hacia atrás”, anticipa mientras señala un pequeño lote ubicado detrás de las tres hileras de naranjos. El vecino asegura que en los inicios de su proyecto el riego era por surcos, porque ya cuenta con una perforación, “pero ahora para optimizar el uso de agua estoy instalando el sistema de riego por goteo”.

Además Sautur asegura que para ir por el camino correcto en el cuidado de las plantas recibieron el asesoramiento de profesionales del INTA. “Además, ellos iniciaron un proyecto interesante en el uso de insumos biológicos en fertilizantes y plaguicidas, estamos en contacto con gente de Villa Dolores y de Quines. Lo que más me gusta es que la producción y todo lo que se aplique en ella sea natural. Espero que me dé  buenos resultados y pueda tener una buena producción de acá a unos años”, afirma.

Un recorrido por la historia

“Tano” Battaglia, no estudió para ser ingeniero agrónomo, sin embargo posee todos los conocimientos necesarios para desarrollar cualquier proyecto frutihortícola que se le ponga enfrente, como es el caso del que desarrolla con cariño en el predio del hotel Smata en el que hay una gran variedad de cultivos.

“Llevo mucho tiempo trabajando  en esta hermosa localidad, es un pueblo muy querido porque cuando era chico venía siempre junto a mis padres. Solía ver las bolsas de naranjas apiladas en un costado de la ruta, a la espera de los camiones que pasaban y se llevaban la mercadería con el sello de Luján para comercializar en diferentes partes de la provincia”, recuerda el “Tano”.

El hombre de gestos tranquilos y palabras conocedoras afirmó que la gran época de naranjas encendidas en los árboles “fue hace ya cincuenta años atrás, a partir de entonces, progresivamente los árboles han ido desapareciendo del pueblo. Entonces el Gobierno de San Luis, encabezado por Alberto Rodríguez Saá, a quien considero que tiene una gran visión a futuro, decía que había que recuperar la identidad perdida de Luján. Antes era una localidad superproductora de naranjas de excelente calidad”, afirma.

También explicó que en su experiencia y con el avance de la tecnología “hemos mejorado y ahora tenemos variedades que en aquella época no había y se adaptan mejor a las condiciones de clima, agua y suelo”, asevera.

Las expectativas de quienes impulsaron la idea de volver a darle naranjas a Luján son muy altas, ellos imaginan  ingresar al pueblo rodeados de las hileras de frutales que pusieron, “ese es el futuro del pueblo y de sus habitantes. Habrá que cuidarlos, que en su mayoría son de la variedad ombligo. Los tendremos que podar bien y aprender la técnica para no lastimar la planta, además todo esto genera trabajo. Así recuperaremos esa identidad perdida. Más de cinco mil plantas no es una cifra menor”, especifica Battaglia y añade que los frutales fueron adquiridos en el vivero Improfop de Juana Koslay.

Dentro del predio del hotel Smata hay una amplia plantación de árboles que ya dan naranjas, hay almendros, duraznos y ciruelos entre muchos otros frutales. También cultivan hortalizas como lechuga, rúcula, algo de cebolla y ajo, entre otras. “Cuando inaugure la fábrica vamos a poder procesar todas las frutas, porque tenemos damasco, ciruelos, peras y almendras. Dentro de quince días, aproximadamente, iniciará el funcionamiento administrativo. Creemos que en poco tiempo produciremos a escala comercial”, indica.

Otro de los anhelos de este equipo, que no para de soñar, es crear un corredor productivo de cítricos entre San Luis y Bueno Aires. “Smata ofreció esa colaboración para elaborar convenios y que todo lo que se produzca en frutas frescas y conservas sean llevadas a la gran ciudad para comercializarlas en forma de dulces y mermeladas, según se vaya planteando la necesidad del mercado. Estoy muy feliz porque sueño con ver crecer a Luján. Después del temporal que castigó mucho a la gente, este mimo vendrá de maravilla. Uno siempre pasaba por la ruta y veía que decía Fiesta Provincial de la Naranja, y no teníamos las naranjas, las únicas que quedaban eran las que estaban en la quinta Smata”, expresa y añade: “Hemos dado un gran salto y esto nos va a alegrar la vida a nosotros y a los vecinos”.