Seis días viajando junto a la troupe que compone el Tour de San Luis nos permitió sacar una conclusión contundente: el ciclismo mundial habla en italiano. No importa si los equipos tengan nombres anglosajones como Trek Factory o Garmin Sharp; franceses del estilo Bretangne; o hasta rusos como el Katusha. Ciclistas, directores y asistentes suelen comunicarse en el idioma del Dante, como si todos fueran parte del Cannodale, el Dataro Botecchia o el italianísimo Androni Giocatoli.
Por eso cuando El Diario decidió hacer una recorrida por los cronistas extranjeros que cubren el Tour para preguntarles sus sensaciones sobre San Luis y la carrera propiamente dicha, hubo que agudizar el oído para atrapar al vuelo las respuestas, que con la buena voluntad de los protagonistas terminaban siendo en su mayoría en ese italiano "cocoliche" que mamamos de chicos en un país que abrió las puertas a la inmigración europea como pocos. Por supuesto que la recorrida también abarcó periodistas españoles y hasta un francés bien "aggiornado" al país, para que la muestra sea completa y el panorama lo más abarcativo posible.
"San Luis es espectacular, vine a principios de enero, antes del Tour, para recorrer las rutas en bicicleta y me encantó. Quedé impactado con el acceso al dique La Florida y su bicisenda. Eso sí, al igual que en muchas partes de la Argentina, es impresionante la cantidad de tierra sin nada alrededor que uno encuentra", comentó Jean Michel Karsenti, un francés que colabora con la revista "Vishuka" y habla un castellano perfecto.
El tema de las grandes extensiones vacías fue recurrente entre los europeos, acostumbrados a vivir encimados. "En España hacés 1.100 kilómetros y la recorrés de punta a punta, acá hicimos 500 para ir a Merlo y volver", vuelve sobre lo mismo José Luis Urraburu, del diario "Vasco" de San Sebastián. Eso sí, en cuatro visitas al Tour, el cronista ya confirmó que "San Luis tiene un Estado que funciona mejor que otros del país. Acá se ve inversión en infraestructura, movimiento en las calles y tranquilidad para vivir".
Hay coincidencias sobre la buena organización y el correcto papel que desempeña la Policía.
Laura Meseguer, una bonita española de la revista "Pedalier" con experiencia por sus cuatro años vividos en Buenos Aires, agregó que le gusta la provincia en especial: "Se ve que crece cada año, hace cuatro temporadas no había wifi gratuito, siempre hay planes nuevos como el TuBi, que me pareció muy interesante". El italiano Ricardo Magrini, de Eurosport, apuntó a "la calidez de la gente y su pasión por el ciclismo. Me apasiona el pueblo argentino desde que disfruté a Omar Sívori jugando para la Juventus en mi país, hay una afinidad histórica, acá me siento como en mi casa".
Los sitios turísticos resaltados por los extranjeros fueron varios, con la Villa de Merlo a la cabeza y Potrero ahí nomás.
"Merlo, si le quitás los carteles de las calles, parece Suiza", apunta Urraburu con originalidad, aunque también destaca a "Trapiche y Potrero. Son sitios ideales para promocionar el cicloturismo, algo que Mallorca logró con los ingleses y le va muy bien". Interesante idea para que el Ministerio de Turismo recoga el guante.
Meseguer, además de Merlo, agrega La Carolina, "y en general todos los sitios serranos, porque cuando más alto vas, mejores vistas tenés¨. En tanto que Magrini, más poeta, apuntó a "la inmensidad" de todos los paisajes de una provincia a la que consideró "un paraíso deportivo, con un buen estadio de fútbol, un velódromo, un estadio de pelota, hipódromo y apoyo permanente".
Sobre la carrera, el verdadero motivo que los tiene con una credencial al cuello y recorriendo kilómetros todos los días, acordaron con que mejora cada año. "El Tour está bien organizado, hay un consenso de todas las partes sobre que es un buen formato, con equilibrio, que divide en partes iguales etapas para sprinters y para escaladores. Y tiene un gran nivel de exigencia, lo de El Amago fue cosa seria", dice Karsenti.
El vasco Urraburu, por su parte, hace una advertencia: "El Tour puede morir de éxito". Apunta a que "con tantos buenos ganadores, con los argentinos siempre en la punta y la repercusión internacional pueden verse tentados a convertirlo en un World Tour, lo que sería un error". En eso coincide con Magrini: "Que el gobernador Poggi y Giovanni Lombardi mantengan la fórmula, si suben un escalón perderán a las selecciones latinoamericanas y dejarán de darles oportunidades a muchos ciclistas argentinos". Unai Iraragorri, de Biciclismo.com, agrega que "una categoría World Tour es muy estresante, me lo dijo incluso Mark Cavendish, quien prefiere arrancar el año en San Luis porque hay menos exigencias que en Australia".
A la hora de marcar detalles a mejorar debieron hurgar para encontrarlos. "La subida al Filo debería ser completa", pide Karsenti; mientras que Iraragorri apuntó que "podría ser mejor la atención a la prensa en las llegadas, pero es un detalle, está todo muy bien".


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