Con una nueva propuesta pero con un guión trabajado hace años, Doña Jovita recorre escenarios con una obra para toda la familia donde no faltan moralejas y mensajes sinceros. José Luis Serrano, el actor detrás de la vieja, recordó sus actuaciones en la provincia: “¡Hasta en un supermercado actué en San Luis!”.
En un ataque de nostalgia, Serrano le dijo a ETC. que le da pena que no estén los viejos cines Rex y Roma, donde actuó en sus primeras giras por la provincia. La presentación de hoy será a las 22:00 en la sala Hugo del Carril.
La querida abuela estará este viernes a las 22:00 en la sala Hugo del Carril.
—¿Le agarraste la mano al "burrito inalámbrico"?
—Es un elemento magnífico, me recuerda a un cómico, a Carlos Scazziotta con su personaje “Violeta”. Es un recurso escénico como también tenía Carlitos Balá con Angueto, el perro invisible.
—¿Llega Jovita con sus nietos músicos?
—Volvemos con canciones que mencionan a la tecnología. Ella canta y dice lo que piensa como lo sabe, no hace canciones analíticas.
—¿Cómo nace la obra?
—El nombre original era “Esquivando pecados”, y por el Mundial de fútbol quedó como “Gambeteando”. Empecé a escribirla en 1995, en los libretos preparados para el programa de Luis Landriscina en Radio Nacional.
—¿Cómo fue preparar un show tanto tiempo?
—Cuando uno tiene algo nuevo enseguida lo quiere compartir. Esto nace de la época cuando hacía juegos sobre las Sagradas Escrituras, que ya es algo largo, no se puede meter todo.
—¿Qué pecados mencionás?
—El show hace referencia en todos sus textos a lo que tenga que ver con los pecados. Así que hacemos un viraje desde el pecado original a los pecados originales de ahora. Esta revuelta del pecado original termina anclando en las redes sociales. Ella ve al pecado desde el lado gracioso.
—Incluso Jovita la pasó mal.
—A ella le entraron a robar y son de la ciudad, entonces comenta lo que le sucedió y cómo ve a la sociedad, con textos muy jugosos. “No robarás” hace alusión directa a la inseguridad y a la injusticia social.
—El humor funciona también como un arma de denuncia.
—Ella aprovecha para mandarle un mensaje a los vecinos, porque ellos pagan por las cosas robadas, y les tira una maldición también.


Más Noticias