Una vez más las vías que pasan al lado de la localidad de Zanjitas se cubrieron de lágrimas de dolor. Toda la comunidad del pueblo, algunos papás de las nenas fallecidas en el accidente, familiares, miembros del Estado provincial y de la Iglesia le rindieron homenaje ayer a las ocho víctimas de la tragedia ocurrida hace tres años, cuando un tren embistió a un colectivo en el que viajaban alumnas y docentes del Colegio Santa María. La jornada comenzó con una misa oficiada por el obispo de la Diócesis, Pedro Daniel Martínez; y finalizó con una ofrenda floral que realizaron al lado de la ruta. “San Luis y Zanjitas ya no son los mismos desde aquel día. Sentimos la presencia de nuestros ocho angelitos y aún hoy obran entre nosotros”, dijo monseñor.
La ceremonia fue en una iglesia improvisada en el Salón de Usos Múltiples (SUM) de la Escuela Nº 13 Antártida Argentina, en la que sólo participaron las madres de dos de las nenas: Alejandra Manucha, mamá de Daira Mariani Manucha; y Gloria Torres de Garro, mamá de Salomé Garro, quien fue la encargada de leer una de las lecturas y el salmo, mientras que el vicerrector de la Universidad Católica de Cuyo, Alejandro Guzmán Stefanini, leyó en otra de las lecturas. El evangelio de ayer, coincidente con el Día de los Fieles Difuntos, trató sobre el milagro que realizó Cristo al devolverle la vida al único hijo de una mujer viuda.
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