Las autoridades de la Escuela Técnica N° 20 “Antonio Berni” reclaman la reparación de un alambrado que rodea el colegio debido a que los jóvenes de la zona ingresan los fines de semana y causan destrozos en las instalaciones. Los funcionarios aseguran que las refacciones comenzarán una vez finalizadas las clases para no interrumpir las actividades de fin de año.
Los hechos vandálicos no ocurren sólo en época escolar, también suceden en vacaciones.
La escuela está ubicada en el Barrio 828 Viviendas, entre las calles Teniente Turrado y Libertad. Los docentes y alumnos han sido testigos de las recientes y constantes episodios de vandalismo e inseguridad.
Una de las preocupaciones que tienen los directivos es el ingreso de personas ajenas al establecimiento con bebidas alcohólicas y otras sustancias los fines de semana. El alambrado que cubre la parte trasera es el principal blanco de los atacantes. “A veces entran al patio para jugar al fútbol, eso no me molesta pero cuando es para otra cosa sí, porque es cuando surgen los destrozos. Además no conocemos cuáles son los motivos de quienes entran, es muy peligroso”, manifestó Adriana Bollo, directora de la escuela. Los episodios vandálicos no suceden sólo en época escolar. En vacaciones ocurren diariamente por falta de personal que vigile el predio. “Esto pasa en cualquier época del año pero en verano aún más y desde hace años. Hemos enviado muchas notas, vienen, lo arreglan y a los pocos días ya lo cortaron es por eso que queremos que el alambrado sea más resistente, tipo maya”, reclamó. Durante el recorrido por el lugar, El Diario observó a dos personas que ingresaron al patio del establecimiento a fumar marihuana.
El responsable de Infraestructura Escolar, César Ponce, asegura que durante este año repararon el cerco en más de una oportunidad. “Fuimos muchas veces para arreglar el alambrado pero la falta de seguridad y control de las personas que infringen el portón trasero es la principal causa de los destrozos. De todas maneras tenemos previsto volver para ocuparnos no sólo de este tema, sino también de otras roturas. La idea es colocar un vallado con un material resistente para evitar que vuelvan a sufrir estos episodios una vez que los chicos no vayan a la escuela. Esperamos que la seguridad también colabore, pero eso ya escapa de nuestras manos”, aseveró el funcionario.
Otro de los reclamos es la falta de mantenimiento de un tanque que cubre una bomba de agua perteneciente a Obras Sanitarias Mercedes (OSM). La puerta del depósito fue ultrajada al mismo tiempo que ocurrieron los destrozos en el patio y muchos de los jóvenes que asisten al colegio o los que ingresan a la noche usan el lugar para esconderse. “Desde la escuela no podemos intervenir para arreglar el tanque porque lo tiene que hacer la empresa. Mandamos notas a los encargados para que vengan a cerrarlo porque es peligroso. La puerta tenía rejas pero las arrancaron, adentro hay un pozo y un tablero con cables que puede electrocutar a cualquiera. Nosotros controlamos a los más chicos para que no se metan pero no contamos
con la cantidad de personal necesario para vigilar a todos y menos a quienes entran después de clases”, comentó la directora.
Cecilia Castro Luna, encargada administrativa de OSM, explicó que procederán al arreglo también en vacaciones. “Recibimos el reclamo de un docente que nos hizo conocer el estado del tanque, por eso decidimos enviar personal para verificar la situación. Hicimos un informe con todas las falencias que tiene la infraestructura de la bomba y vamos a solucionar el tema una vez que terminen las clases porque no queremos interrumpir las actividades, pero necesitamos que el establecimiento colabore y controle a los jóvenes para que no causen daños”, indicó Castro Luna.
Inseguridad en los alrededores
En el último tiempo, algunos alumnos fueron víctimas de hurtos y otros hechos violentos. Hace unas semanas una estudiante sufrió un caso de acoso por parte de un vecino del barrio cuando llegaba al colegio, en la mañana. “La chica vino muy asustada y apenas nos contó llamamos a los padres e hicimos la denuncia correspondiente. La policía vino unos días a custodiar la esquina de la escuela pero nada más, hace una semana que dejaron de venir. Esto pasa a cualquier hora, unos meses atrás un alumno fue protagonista de un robo, lo apuñalaron para sacarle la mochila y eran apenas las tres de la tarde”, relató la directora. El colegio cuenta con un solo personal de Seguridad Comunitaria encargado de monitorear el sector sobre la calle Teniente Turrado. “La señora que cuida está con parte de enferma y ahora no hay nadie que lo haga. Los vecinos nos ayudan con el control de la zona, sin ellos no veríamos algunas cosas. La policía no pasa casi nunca sólo cuando sucede algo”, exclamó.
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