Da la impresión de que, en algunas situaciones puntuales, a Tania Cometto le gustaría ser invisible. No con la visión de un superhéroe ni para pasar desapercibida, sino como método de defensa.
Muchas de las cosas que la atosigan de la vida cotidiana están expresadas en su nueva obra, que estrena hoy a las 21:30 en la sala Hugo del Carril. Casualmente, o no, la pieza se llama "Cuerpos invisibles".
Con seis actrices-bailarinas a su cargo, la directora armó un espectáculo que transita la danza contemporánea y la butoh, dos expresiones que abrazó hace muchos años. "Al comienzo, 'Cuerpos...' fue una muestra, pero después la transformamos en obra", dijo la coreógrafa, que tiene formación en la danza en general.
Nacida en el barrio Las Américas, la joven pasó tres años de capacitación en el teatro General San Martín de Buenos Aires, con los profesores más destacados de las danzas. Regresó a la provincia hace una década atraída por las becas BAS XXI y se instaló definitivamente en el Pueblo Nuevo, donde tiene un pequeño estudio.
De los talleres que el año pasado y éste dio en ese lugar surgió "Cuerpos invisibles", una obra "que tiene como protagonistas a seis mujeres a las que le pasan cosas desde lo cotidiano".
Uno de los temas que más ataca la obra es la rutina, algo que para Tania empuja hacia la cotidianidad y "nos hace olvidar que somos personas". El escape de las estructuras repetitivas es otro de los puntos a los que aspira la bailarina.
En "Cuerpos invisibles" habrá danza teatro, imágenes de ciudad que Tania tomó de su estadía en Buenos Aires y una música seleccionada especialmente para la ocasión.
Además de las seis protagonistas, otro elemento que tiene relevancia en el argumento es un tapado. "Representa la cáscara que tienen las mujeres y que nos las deja ser tal cual son", dijo Cometto y recordó que en los primeros ensayos de la escena, la situación se relacionó en su mente con los desaparecidos de la última dictadura militar.


Más Noticias