Martín Estrada dice que no tiene palabras para describir lo que pasó hoy a la madrugada en “Natacha Disco”, el local bailable del que es dueño y donde ocurrió el trágico tiroteo que terminó con la muerte de dos personas y dejó quince heridos, en Naschel. “Nunca esperaba que pasara algo así, una cosa es verlo y otra contarlo. Inentendible”, dijo visiblemente afligido en una charla que mantuvo con los medios.
"Es de película lo que pasó. Algo inentendible"
Estrada relató que cuando todo comenzó estaba en una de la punta del boliche, en la parte trasera, ayudando con algunas tareas. “Ahí vi que venía disparándole a todo el que se le cruzaba. No sé cuál era su idea ni por qué lo hizo”, dijo.
“Esta persona no era de venir al boliche, pero yo lo conocía por que lo había visto haciendo adicionales en otras instituciones del pueblo”, continuó. “Es un padre de familia, nunca lo vi en algún problema, en el pueblo era visto como persona común y corriente, como cualquier ciudadano”.
Según estima Estrada, al momento de la balacera había unas 280 personas dentro del local, “estoy seguro que no llegaban a las 300, y gracias a Dios no había más gente”.
La versión de algunos de los testigos, que aún no fue confirmada, asegura que Walter Talquenca, el agresor, había estado más temprano en el boliche junto a su esposa, pero Estrada no pudo confirmarlo: “No sé si había estado con la mujer porque yo no lo vi, estaba trabajando, solo lo vi cuando venía disparando dentro del salón”.
Pese a que la situación congeló a todos, Estrada dice que atinó a abrir las salidas de emergencia para que la gente que se había amontonado por los disparos pudiera salir. “Ahí el tipo aprovechó para encarar para las salidas, y cuando me di vuelta me estaba apuntando a mí, pero terminó disparándole al comisario Barrios cuando lo quiso reducir. Eso nunca me lo voy a olvidar”.
El dueño del boliche dice que aún no sabe si Talquenca tuvo algún tipo de problema en el ingreso a la disco que puede haber desatado su furia. “Supongo que el camionero fue la primera víctima por que iba saliendo del boliche, murió en la calle, y los siguientes heridos fueron los chicos que estaban en la entrada”, haciendo referencia al policía Daniel Pérez y a Gabriel Alejandro Garro, el empleado que controlaba las entradas.
Aún en estado de shock, Estrada atinó a decir que lo que pasó “fue de película”: “Hace 14 años que tengo el boliche y nunca tuve un problema, sólo discusiones menores”. “Me duele mucho lo que han sufrido las personas de acá, es como si me hubiesen matado a mí. No me lo voy a olvidar más”.


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