“Ahora me quedé a la calle”, dijo con angustia Antonio Carlos Coma, el dueño de dos utilitarios y un auto que estaban estacionados en el garaje de una casa del barrio Ate III de San Luis y fueron arrasados por el fuego. La Policía investiga si el incendio fue provocado de manera intencional.
"No tengo idea de qué voy a hacer. Eran mi fuente de trabajo, el sacrificio de toda una vida"
Eran cerca las 6 de la mañana cuando dos explosiones despertaron a Coma. Al asomarse por una ventana vio cómo las llamas consumían los vehículos que utilizaba para transportar empleados de una fábrica. Además, el fuego alcanzó las ventanas de una pieza y del comedor, lo que produjo que se incineraran las cortinas y la casa quedara llena de hollín.
“Los vecinos me dijeron que habían escuchado dos golpes como cuando rompen un vidrio con una piedra o lo tiran contra una pared. Pero nadie vio nada”, manifestó el damnificado. “Supongo que fue cuando explotaron las botellas de vidrio con las que hacen bombas molotov”, agregó.
El incendió sucedió en el monoblock B de la manzana 7 del vecindario ubicado en la zona noreste de la ciudad.
Los rodados quemados son una Mercedes Benz Sprinter y una Iveco Daily, que estaban contratadas por la empresa Tecnocom, dedicada a la elaboración de mangueras de PVC. Las llamas también alcanzaron a un Peugeot 206 azul, de uso particular de Coma.
“Uno de los utilitarios ya estaba cancelado, pero del otro llevo pagadas siete cuotas de sesenta”, contó el dueño. “Ahora no sé qué voy a hacer para terminar de pagarlo, si los vehículos eran con lo que vivía”, refirió.
A pesar de que llegaron la Policía y los bomberos del Cuartel Central, las llamas consumieron la totalidad de los rodados, que estaban asegurados, pero no contra incendio.
“Tenía el seguro que requieren en la fábrica, para proteger al personal que viaja a diario”, explicó Coma.
Los investigadores analizarán las imágenes captadas por la cámara de seguridad de la escuela Ramón Carrillo, ubicada a tres cuadras de donde ocurrió el supuesto atentado. Luego se las harán ver al damnificado para que reconozca alguna persona o auto que haya pasado en el horario en que sucedió el hecho.
“Ahora no tengo idea de qué voy a hacer, porque estos vehículos eran mi fuente de trabajo, el sacrificio de toda una vida”, dijo Coma.
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