SAN LUIS - Sabado 28 de Junio de 2025

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Cárcel para una mujer, su hijo y un joven por el asesinato de Ismael Morcón

Por redacción
| 08 de abril de 2014
Rosa Romero ocultó su rostro a las cámaras. Según un testigo, ella golpeó a Morcón. | Foto: Marina Balbo

Rubén Ismael Morcón llegó a la casa de Rosa María del Valle Romero enceguecido por la bronca. Iba a recuperar la Maverick azul que un rato antes le habían sacado a hurtadillas de la casa de un conocido, en el barrio 1º de Mayo de San Luis. Estaba convencido de que Cristofer Emanuel Romero, el hijo de Rosa, y otro vecino, Marcelo Raúl Rodríguez, alias “El Cara de tabla”, le habían robado la moto. La puerta de la vivienda de Rosa estaba abierta, e Ismael pasó directo a  reclamar lo que era suyo. Ni bien entró, la dueña de casa, Emanuel y “El Cara de tabla” lo acorralaron en lo oscuro, en el patio de tierra, de madrugada. Le pegaron en la cabeza con un ladrillo, con un caño de pileta, con los pies. Tanto lo golpearon que le rompieron los huesos del cráneo y lo mataron.
La coincidencia de los testimonios en cuanto a la secuencia del hecho y los partícipes le permitió a la jueza Penal Nº 3 Virginia Palacios acreditar que Rosa, su hijo –a quien apodan “El Negrito”– y Rodríguez fueron coautores del asesinato del joven de 20 años. Fue atacado el domingo 23 de marzo a la madrugada y falleció cerca de las 17 en el Hospital San Luis.
El domingo pasado, la magistrado los procesó a los tres como coautores de homicidio simple y les dictó la prisión preventiva.  Dijo que el designio de los acusados “se vislumbró no sólo a partir de la idoneidad del medio empleado, sino también atendiendo a la región a donde se direccionó el ataque (…) quien arremete a la víctima utilizando un elemento contundente exhibe al menos la representación del resultado muerte como consecuencia posible”. Y expresó que las pruebas revelan una “activa y simultánea participación en la ejecución del delito”.
La forense Marcela Torres estableció que la causa de muerte fue un traumatismo de cráneo severo. Estimó que usaron más de un elemento contundente para causarle las lesiones que estudió en la autopsia. La familia Morcón contó que los médicos del hospital les habían mostrado los pedazos de huesos que le habían sacado al joven cuando lo limpiaron.
Hubo un testimonio que tuvo especial relevancia, el de un amigo de Ismael que entró con él en la casa de Rosa. Como es menor, declaró en la Cámara Gesell. La psicóloga Marisa Samper, del Cuerpo Profesional Auxiliar, convalidó ese relato, porque daba “detalles explícitos de situaciones de violencia; detalles colaterales, directamente relacionados al hecho; descripción de experiencias subjetivas; lógica”.
Antes de la golpiza, Ismael y ese amigo habían estado bebiendo en la casa de otro vecino, Ángel Bazán, junto a “El Negrito” y “El Cara de tabla”. Cuando los dos últimos se fueron, la víctima le pidió a su amigo que fuera a ver si la Maverick seguía estacionada. No estaba.
Ismael fue a buscar a Romero. Imaginaba que podía saber algo de la desaparición de su moto, porque acababa de irse. “Cuando llegaba a la casa de los Romero, vio que ‘El Negrito’ y ‘El Cara de tabla’ salían de un descampado. Ismael les recriminó, les dijo que le devolvieran la motocicleta y empezó una pelea. ‘El Cara de tabla’ tenía un cuchillo de unos 20 centímetros, con el que le dio dos puntazos a Morcón. Uno fue cerca del cuello, debajo de la oreja. Y el otro fue del lado izquierdo, a la altura de las costillas. Yo y otro amigo, ‘El Kiki’, los separamos e Ismael se fue a buscar a su padre”, contó el adolescente.
Ismael entró a su casa herido y exaltado. Le pidió a los gritos a su papá, Rodolfo Morcón, que lo acompañara a recuperar la motocicleta. A Rodolfo no le quedó más remedio que sacar el auto y salir hacia donde su hijo le indicaba. En el vehículo, además, iban Araceli Morcón, hermana de la víctima, ‘El Kiki’ y el adolescente que vio todo. Cuando el auto paró en lo de Romero, Ismael se bajó y salió disparado hacia lo de “El Negrito”. Encontró la puerta abierta y entró. Su amigo, el adolescente, iba atrás.
“Apareció ‘El Cara de Tabla’ con un revólver chiquito, cromado, con cachas marrones. También estaba ‘El Negrito’. Los dos se pusieron detrás de Ismael. ‘El Negrito’ exclamaba ‘gatillale, gatillale’. ‘El Cara de tabla’ le apuntó por atrás a Ismael e hizo un tiro, que impactó en la moto o cerca de ella. Sin mediar palabra, salió la madre de ‘El Negrito’ y le dio un golpe con un caño de pileta a Ismael, haciendo que se cayera al suelo y quedara inconsciente", relató.
En ese instante, "‘El Cara de tabla’, ‘El Negrito’ y Rosa empezaron a darle patadas. La mujer le pegaba con el caño de pileta. Me di cuenta de que era de una Pelopincho porque tenía el conector amarillo. El golpe con el caño lo mareó a Ismael, y ahí 'El Cara de tabla' aprovechó para darle un ladrillazo en el centro de la cabeza. Yo estaba a unos tres metros. Me tiré sobre Ismael para protegerlo. Llegaron la hermana y el padre de él y entre los tres lo sacamos, lo subimos al auto y lo llevamos al hospital”, declaró el chico. Lo sacaron inconsciente.
Cuando salía de la casa, el chico vio que ‘El Cara de Tabla’ se pegó un tiro en el gemelo izquierdo con el revólver que empuñaba con la mano derecha, mientras escapaba. Vio algo más: la Maverick de Ismael, parada sobre la pata de apoyo, en el fondo del patio de los Romero.

 

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