Un DNI complica a un acusado por el homicidio de Angélica Araneda

Dentro de una bolsa con basura, en una casa de la manzana catorce del Anexo dos del barrio Eva Perón, la Policía encontró ayer a la tarde una prueba clave sobre el homicidio de Angélica Araneda, la ama de casa asesinada en el barrio Ignacio Vidal el martes a la mañana, cuando su familia fue asaltada por tres delincuentes.

Los peritos en rastros de la división Criminalística hicieron un minucioso trabajo de recolección de huellas en la casa asaltada.

Entre los desechos estaba el documento de identidad de Andrés Guillermo González Ortiz, el esposo de la víctima, robado en el atraco. El DNI del administrador de una flota de taxis estaba guardado en la caja fuerte donde tenía quince mil pesos de la recaudación. Los asaltantes escaparon de la casa de la calle San Francisco, esquina Tilisarao, con esa caja de seguridad y algunos aparatos electrónicos.

El hallazgo que confirmó a la división Homicidios el buen rumbo de sus pesquisas se produjo durante el allanamiento al domicilio de Andrés Reinaldo “El Bibi” Rojas. El sospechoso fue detenido por orden de la jueza Penal Nº 3, Virginia Palacios.

Desde el mismo día del crimen, los dateros de los investigadores mencionaban su nombre como uno de los tres que habían sido de la partida. Los datos recolectados por Homicidios, la brigada de calle de las Comisarías 2ª y 4ª, la división Delitos y el Departamento Informaciones incluyen los nombres de otros dos jóvenes que habrían completado el trío.

Al menos uno de ellos, que estuvo involucrado en un homicidio cometido en 2006 y fue absuelto por el beneficio de la duda, ya no estaría en la provincia.

No fue un robo al voleo. El ataque a la casa de Andrés González Ortiz fue un golpe estudiado, que contó con información aportada por un entregador. Esa es la impresión en la que los policías de Homicidios basan sus averiguaciones. La jueza admitió ayer que ella es del mismo parecer.

Alguien les había pasado el dato de que el hombre, que supo ganarse la vida como taxista, recibía casi todos los días el dinero por el alquiler de unos doce autos que no son suyos.

En una pequeña oficina que había habilitado en una ampliación de su casa, en la parte delantera, tenía todos los papeles de su negocio y la caja de seguridad con la recaudación. Eso fueron a buscar los delincuentes el martes, minutos antes de las 9. Es probable que hayan creído que tenía más dinero del que había.

Los delincuentes escaparon en una moto y, al parecer, en un auto en el que cargaron la caja con dinero.

Una Motomel roja fue secuestrada ayer a la mañana, en uno de los ocho allanamientos que desplegó la Policía desde las seis. Estaba en una casa del Eva Perón donde vive otro de los presuntos partícipes, el que habría fugado a San Juan.

El rasgo característico que permitió identificarla fue que le faltan dos accesorios plásticos de los costados, explicó anoche el jefe de Homicidios, comisario inspector Walter Contreras.

El policía afirmó que una testigo clave ya reconoció esa moto como la de los asaltantes. “Incluso –reveló– estuvo tan segura de que era ésa que se puso a llorar”.