Un enero del 2007 apareció con sus botines bajo el brazo, con la mirada tímida y casi sin hablar en el entrenamiento de los mayores. Se sentó a un costado de todos, se colocó las medias, se calzó las zapatillas y se sumó al primer equipo de Juventud. Hizo todo lo que el DT le pidió. Incluso, por correr más rápido que sus compañeros y por terminar los ejercicios antes de que suene el silbato, se ganó el apodo de “Leche”.
Gabriel Ojeda es, sin dudas, uno de los jugadores más emblemáticos de este plantel. Si bien ya no lleva la cinta de capitán en su brazo izquierdo, sigue siendo una voz de mando dentro de la defensa, pero también dentro del plantel, al igual que el súper experimentado Laureano Tombolini.
"Leche" nació en las inferiores de Juventud y se autodefine como hincha de la institución puntana, por eso su sueño de ascenso es doble: quiere subir como jugador y como amante de una camiseta amarilla y azul, con la que compartió cientos de momentos lindos y no tan lindos.
En exclusiva, antes de partir hacia la concentración que mantendrán hasta mañana pensando en Guaraní Antonio Franco de Misiones, Gabriel Ojeda habló con El Diario de la República.
–¿Cómo está el equipo?
–Bien. Por suerte todos estamos muy bien y muy convencidos de que si hacemos las cosas como nos pide el entrenador, podemos alcanzar el objetivo. Veo en este grupo mucha unión, mucha hambre de gloria y eso es positivo.
– ¿Qué sabés de Guaraní?
–Cuando los enfrentamos por el nonagonal yo no pude jugar por la lesión. Pero sé que tienen un buen ataque y muchas individualidades con lo que consiguieron llegar a la final. Si nosotros logramos anular esas individualidades y los atacamos con inteligencia vamos a andar muy bien.
—¿Qué es Darío Tempesta para vos y para el grupo?
Darío es más que un orientador táctico. Es una persona que te deja muchas enseñanzas no sólo en lo futbolístico, sino que también aporta muchos consejos para la vida cotidiana de cada uno. Es un hombre de mucha experiencia de mucho estudio y de gran sabiduría.
–¿Cómo viviste de afuera esos partidos en que estuviste lesionado?
Yo gracias a Dios, no tuve muchas lesiones a lo largo de mi carrera. Pero en esta última pretemporada me lesioné y no pude hacer nada más que relajarme y hacer caso a los kinesiólogos quienes me orientaron y me ayudaron en la recuperación que me llevó dos meses y medio.
Creo que cuando las adversidades se presentan, uno tiene que tranquilizarse y tratar de ver cuál es la mejor manera de sortearlas; eso es lo que nos ayuda a crecer, a madurar y es lo que nos va a llevar a triunfar.
–¿Hasta cuándo tenés contrato en Juventud?
Hasta Junio sigo siendo jugador de Juventud.
–¿Pensaste alguna vez en irte?
Siempre mi deseo va a ser jugar acá en Juventud y más si logramos el ascenso. Que más quisiera yo que defender mi camiseta en la segunda categoría del fútbol argentino. Pero, también hay otra realidad; yo inicié mi carrera acá y creo que a todo futbolista le pica esa curiosidad de probar suerte en otro lado, conocer otros dirigentes, otro vestuario. Pero vuelvo, me encantaría jugar con Juventud en el Nacional B.
–¿Por qué Juventud llegó a la final y muchos equipos quedaron en el camino?
Llegamos porque logramos una identidad de juego. Nosotros desde que iniciamos la pretemporada buscamos tener una identidad, un manejo propio y creo que lo logramos. La gente que va siempre a la cancha sabe bien cual es nuestra propuesta en defensa y en ataque.
Además, nosotros tenemos un equipo que de mitad de cancha hacia atrás es muy fuerte, y que de mitad de cancha para arriba puede lastimar a cualquier defensa. Cuando un buen ataque se junta a una buena defensa aparece un gran equipo, como el nuestro.
–Que le dirías a la gente?
Sólo tengo palabras de agradecimiento con el hincha porque ellos nos demostraron cuando volvimos de superar a la CAI y cuando eliminamos a San Martín, que confían a muerte en nosotros. Además, muchas otras veces, perdimos de local y la gente igual nos aplaudió. Sólo les pido a todos ellos que nos sigan apoyando como lo hicieron hasta ahora.
–¿Son estos dos los partidos más importantes de tu carrera?
Sin dudas que sí. Es un partido que todo el mundo quiere jugar. Yo viví cientos de cosas con este equipo. Nos tocó luchar arriba, también nos tocó pelear para no descender pero este partido va más allá de todo. Estamos a tan sólo 180 minutos del Nacional B.
–¿Cómo imaginás la final?
Todas las finales son diferentes. Creo que ellos acá no van a arriesgar demasiado. Seguro va a ser un primer partido muy trabado donde saldremos a buscar la diferencia que nos invite a viajar tranquilos a Misiones.
El Leche es hijo de Alejandro y Graciela, hermano de Gastón, Gustavo y Guadalupe pero además es sin dudas uno de los emblemas de este Juventud que sueña, luego de doce años en la categoría, ascender al Nacional B de AFA.


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