Claudio María Domínguez dejó su energía positiva en los cedros

Una mezcla de buen humor y reflexiones sobre la vida fue lo que ofreció Claudio María Domínguez, el sábado en Fetiche, el restaurante de Los Cedros.
Tal como estaba pautado, el gurú espiritual y conductor de "Hacete cargo", entró al escenario del restaurante a unos minutos de las doce. Saludó casualmente al público que aplaudió su llegada y luego bajó del escenario para estar más cerca de la gente.
"Es un honor estar acá", dijo a la audiencia con su habitual gran sonrisa. Enseguida, como para que la cercanía no fuera sólo física, contó la anécdota acerca de sus antepasados puntanos y de lo feliz que estaba de haberlos encontrado.
Tras contar algunas de las buenas cosas que le pasaron en su estadía de una semana en la provincia, el guía espiritual puso manos a la obra.
Domínguez comenzó con una crítica hacia su propio público. Dijo que la gente se le acerca para contarle sus problemas o para decirle que lo que él hace les hace bien pero que cuando vuelven a sus casas regresan a los problemas, como si les costara poner en práctica lo que aprendieron. 
La solución, según Claudio, para terminar con este círculo vicioso es tomar las riendas de la vida propia. "No les des más la llave del local". "Salite de esas relaciones medio patéticas", fueron sus consejos. Claro que para hacer esto también habría que hacer un gran ejercicio para reconocer las propias responsabilidades: darse cuenta de que a veces cada uno deja que otro lo dañe y que no siempre se es la víctima.
Hay una razón por la que estas relaciones nacen y Claudio María lo llamó "el parabrisas de la vida", mientras imitaba con la mano el movimiento de ida y vuelta que hacen los parabrisas. "Acá está el pasado y acá está el futuro", explicó cuando su mano llegaba a los extremos. "Cada vez que vas del pasado al futuro te convertís en el actor secundario de la película del otro", dijo con lo que invitó a la gente a quedarse más en el presente. A deshacerse de lo que pasó y tener paciencia para esperar lo que venga.
Disfrutar el presente sería la fórmula para vivir la vida, sin embargo Domínguez también destacó que "hay gente que hace tiempo en el planeta Tierra".
La familia fue uno de los temas de lo que habló Claudio. Empezó por contar su propia experiencia. Su relación con su madre, quien aseguró es fundamental para todas las personas porque es la primera que forja el interior de la persona. No es una conclusión que sacó solo, sino que hasta se la confirmó Sai Baba. "Yo le dije pero maestro yo soy un padre muy presente. Y me respondió: 'No hijo habrás aportado más'".
Así fue toda la noche con escenas de la vida personal del orador, mezcladas con frases de grandes gurúes. La charla pasó de Yogananda a Sartre, del carácter peronista de su familia a su propio desinterés por la política. Y todo para poder darles a las personas algunas recomendaciones para tener una mejor calidad de vida interior. 
En todo momento el buen humor del orador mantuvo a la audiencia atenta en más de una hora de charla. 
Al final el periodista organizó unos minutos de meditación para cerrar una parte de su paso por San Luis. Ayer continuaba con su retiro espiritual en Potrero de los Funes. 
Domínguez comenzó su gira de presentaciones en Merlo, se hospedó en El Volcán, hizo una charla en la sala Berta Vidal y esta última en Los Cedros. El guía espiritual admitió que una parte de su corazón quedó en San Luis.