El Ministerio de Medio Ambiente trabaja en la producción de un nuevo combustible en base a la utilización de desechos que, hasta ahora, no se recuperan. Se trata de aprovechar el plástico que no puede reciclarse y neumáticos, entre otros materiales derivados del petróleo, y combinarlos con restos de poda y textiles (trapos) y así reutilizar unas 300 toneladas de desechos anuales para producir energía a través de Combustible Sólido de Residuos.
Estos desechos, que serán recibidos y tratados tanto por la Recicladora El Jote, como por la Metropolitana, próxima a inaugurarse, serían utilizados por la empresa Cementos Avellaneda en sus hornos como reemplazo del combustible.
“Incorporando este proceso estaríamos optimizando aún más el sistema, ya que lo reciclable se comercializa, lo orgánico se destina a alimentar el biodigestor y, con esta tercera tecnología, reutilizarían aquellos materiales, reduciendo al mínimo el volumen destinado a enterramiento”, destacó la ministra, Daiana Hissa.
La empresa Cementos Avellaneda está dispuesta a realizar la inversión y el Ministerio llegaría a cumplir con la provisión mínima de materiales cuando la Planta Metropolitana comience a operar.
“Este material abastecería los hornos sin consecuencias para el medio ambiente ya que por la temperatura que alcanzan y los filtros con los que cuentan los hornos, este residuo no llega a la atmósfera. En Europa ya se usa como combustible alternativo y en el país ya lo incorporó Cementos Minetti en Mendoza”, destacó el jefe de Programa Gestión Ambiental, Luciano Andrade.
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