Un hombre de 52 años que ayer estaba decidido a no vivir más hoy se recupera física y psicológicamente. En un tiempo logrará entender que ningún problema es tan grande como para no darle pelea, y junto a ese razonamiento, su próximo suspiro llegará gracias a la valentía y velocidad de acción de la inspectora Ruth Gastrán del Comando Radioeléctrico y a su vecino que le salvaron la vida.
Ayer, la mujer policía recorría las calles en el patrullero como de costumbre. Cerca de las 14:40 recibió el alerta de que en la manzana 24 del barrio Eva Perón una persona intentaba quitarse la vida. Al llegar, la inspectora se entrevistó con el vecino de la casa del frente, quien le comentó que minutos antes el hombre de 52 años le había dicho que pensaba quitarse la vida.
Juntos golpearon puertas y ventanas, pero el vecino no contestaba. Cuando lograron entrar a la vivienda lo encontraron en una habitación, colgado a un cable coaxil, con los pies a veinte centímetros del piso.
Gastrán lo levantó de las piernas, el vecino cortó el cable y lo recostaron en el piso. Llamaron a una ambulancia, lo reanimaron y contuvieron hasta que llegaron los paramédicos.


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