Golpearon a un comerciante y lo dejaron en terapia intensiva

Inentendibles. Así pueden definirse a los hechos que el viernes por la noche anoche terminaron con un comerciante de 23 años internado en terapia intensiva del Hospital San Luis. El joven, que atendía el negocio de su padre en el barrio 500 Viviendas norte, fue golpeado con una piedra en la cabeza por unos vecinos a quien no les quiso vender alcohol y que luego le robaron a mano armada. La víctima tiene hundimiento de cráneo y está muy grave. 
El comisario Carlos Villegas, jefe de la Comisaría Sexta, refirió que el sábado a las 17 allanaron la casa de Jésica Ojeda y Fernando Alaniz, señalados como autores de las lesiones. Secuestraron "elementos de interés para la causa" y detuvieron a la pareja. Están imputados por "lesiones graves, robo calificado y daños", detalló. 
Según pudo averiguar la Policía, todo comenzó el viernes cerca de las 22:30, cuando José Luis Quevedo había quedado a cargo del kiosco que su padre tiene en la manzana 102 de la Licitación 5. “Al parecer, el inicio del conflicto fue porque Quevedo no le quiso vender alcohol a una chica de trece años, que es hija de un matrimonio que vive en la Licitación 4”, contó la inspector Jésica Vescia, de la Comisaría Sexta.
La adolescente se retiró del comercio sin la mercadería, pero al cabo de unos instantes su madre,  Ojeda, y el marido de ésta, Alaniz, volvieron al negocio para recriminarle a Quevedo su negativa.
Lejos de querer resolver el conflicto por las buenas, el marido de Ojeda sacó un arma de fuego y amenazó al joven en medio de una fuerte discusión. “Quisieron llevarse la caja registradora entera, pero como no lo lograron sólo se llevaron el dinero”, contó Vescia.
Lleno de indignación y sin importarle que sus agresores tenían un arma, Quevedo salió detrás de la pareja, pero el escenario con el que se encontró en la vereda fue mucho peor que el que vivió adentro: un grupo de vecinos y conocidos de Ojeda y su marido lo esperaban afuera con una lluvia de piedras, que dejaron caer sobre el comercio.
El padre del joven, que lleva el mismo nombre que su hijo, salió a defenderlo junto a otro grupo de vecinos, que también se armó con piedras para repeler la agresión. En ese cruce el joven quedó lesionado y que quedó tendido inconsciente en el piso.
“Los testigos que pudo entrevistar la Policía aseguran que la pedrada que lo hirió fue lanzada por Ojeda, pero eso es algo que tendrá que determinar el juez”, estimó la inspector Vescia. La investigación recayó sobre Jorge Sabaini Zapata, titular del Juzgado del Crimen Nº 2 de San Luis.
Cerca de las once de la noche del viernes ya había dos patrulleros con efectivos tratando de controlar la situación, “pero fueron agredidos por ambos bandos: el de los agresores que querían que se fueran y el bando que defendía a los agredidos, enojados por que el personal policial no llegó antes”, contó la inspector.
Hizo falta personal del grupo especial GEOTU para dispersar a la multitud, que sumaban “unas treinta personas” según estimaciones de la Policía. Esos efectivos debieron quedarse apostados en el comercio para impedir que los grupos se volvieran a juntar.
Quevedo “ingresó al Hospital en una ambulancia del SEMPRO pasadas las 23 horas. Fue estabilizado y llevado de urgencia al quirófano, donde lo operaron por una fractura de cráneo en la parte temporo maxilar izquierda que lo afectó gravemente”, detalló esta mañana el médico Sergio Allende, director del Hospital San Luis. “Está en coma farmacológico, conectado a un respirador artificial y su estado es reservado y crítico”, agregó.
La causa es investigada por efectivos de la Comisaría Sexta y por gente de la División Criminalística, que ya hizo pericias en el sitio de la agresión.