El rally más difícil y extremo del mundo iniciará hoy su séptima edición en tierras sudamericanas con una espectacular ceremonia inaugural y recién mañana las máquinas partirán desde Buenos Aires a Carlos Paz, lugar en donde se llevará adelante el primer Vivac de la carrera, justo 24 horas antes de su llegada a San Luis.
El Dakar, que desembarcó por primera vez en estas tierras en 2009 tras dejar su África natal luego de la frustrada edición de 2008 por amenazas terroristas, despertó un repentino interés el 31 de diciembre de aquel año y un millón de personas se congregaron en la 9 de Julio para ver la ceremonia inaugural.
Algo similar pasó en la provincia, cuando en enero de 2014, las máquinas arribaron por Merlo y se trasladaron hasta Potrero de los Funes, donde se ubicó el primer campamento.
La locura Dakar, que desde entonces recorrió gran parte de la Argentina, Chile, Perú y Bolivia, tuvo otras tres largadas desde Buenos Aires hasta que llegó el turno de Mar del Plata en 2012 y de Rosario en 2014. Ahora, luego de tres años de ausencia, la adrenalina partirá desde la capital argentina y dos días más tarde llegará a San Luis.
Ayer, en el parque de asistencia donde se llevaron adelante las verificaciones técnicas, los pilotos dividieron sus actividades de acuerdo al horario en el que cumplieron con las revisaciones de sus vehículos y la gente, que pudo ver de cerca cada una de las acciones, se acercó en búsqueda de un autógrafo o de una foto con los pilotos más arriesgados del mundo.
Si bien el jueves los espectadores llenaron de lado a lado el parque de asistencia, ayer la situación fue totalmente diferente ya que gracias a la escasa presencia de público, se pudo ver por ejemplo a Stéphane Peterhansel, el máximo ganador de la historia del Dakar con 12 títulos, caminando solo sin gente a su alrededor.
En la largada simbólica, que será hoy en Plaza de Mayo, se espera una afluencia masiva de gente para ver cómo inician su aventura los competidores de las distintas disciplinas.


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