16°SAN LUIS - Viernes 27 de Junio de 2025

16°SAN LUIS - Viernes 27 de Junio de 2025

EN VIVO

Un artesano de muebles reciclados que salió del rock

Por redacción
| 23 de noviembre de 2015
Sanluiseños por elección. Gabriela y Yiyo eligieron radicarse en San Luis porque es tranquilo. Están enamorados de los paisajes. Foto: Alejandro Lorda.

De lo estrepitoso del rock al sosiego de lo artesanal. De giras por todo el país a la estabilidad en un solo lugar, San Luis. Yiyo Abadía, decidió dejar de lado sus épocas de sonidista de grandes bandas del rock nacional por un trabajo más artesanal: la construcción de muebles. Pasó de estar horas armando y desarmando equipos y probando instrumentos a fabricar, con sus propias manos, piezas con materiales reciclados.

 


“Viví hace algunos años en San Luis pero tuve que volver a Buenos Aires por cuestiones laborales. Allá comencé a trabajar en un hotel reserva, entre Pilar y Luján, a ochenta kilómetros de Capital Federal, en donde conocí a Gabriela”, contó Yiyo.

 


Nació en San Juan, hace 47 años y aseguró que cuando conoció la provincia sintió que era su lugar. “Vine de viaje con mi pareja para que conozca y quedó encantada con el lugar. Elegimos mudarnos acá porque es tranquilo con unos paisajes increíbles y un cielo azul. En la reserva, aunque estuviésemos lejos de la ciudad, el aire que se respira no es tan puro”, dijo el ex sonidista.

 


Junto a Gabriela decidió abandonar el predio natural de Buenos Aires y venir a San Luis con lo que cargaban en sus mochilas. “Llegamos acá y no se nos dieron las cosas laborales. Se nos empezó a terminar el dinero que habíamos traído y decidimos usar el tiempo en algo. Comenzamos a  juntar cajones de manzanas para hacernos algunos muebles”, relató Yiyo.

 


En su pequeño departamento, la decoración es naturalista y artesanal. Una barra de bar hecha con madera de cajones de verduras y tela, una caja de té, unas estanterías, y su más preciado tesoro: una mesa ratona.

 


“Fue lo primero que hicimos porque no teníamos las herramientas adecuadas, así que la cortamos como podíamos. Tiene una base de palets y ruedas en la base. Muchas veces pensamos en desarmarla y hacerla bien, pero después nos arrepentimos. Fue nuestra primera creación", detalló.

 


Yiyo y Gabriela, de 28 años, comenzaron a recorrer los locales en busca de materiales que les puedan ser útiles como cajones de verduras, palets, machimbre en desuso y comenzar a trabajar en su casa. Ahora, ya los conocen y les avisan cuando tienen algo para darles.

 


“Después lo pensamos como una salida laboral. En Buenos Aires hacíamos algunas cosas con troncos. Los tallábamos con motosierras para hacer algunos asientos. Así que nos propusimos a hacerlos y vivir de esto”, comentó Yiyo y agregó: “Estamos haciendo un trabajo en una casa de Potrero. Todo el machimbre que les sobró y unos troncos para leña los estamos usando para construirles mesas plegables, bancos, especieros y un bajo mesada”.

 


En su casa, además de muebles y agendas de madera reciclados  había algunos instrumentos: una guitarra, una batería y unos baúles de sonido porque además de ser un apasionado del trabajo artesanal, es un amante de la música.

 


Todavía conserva su look rockero: camisa leñadora sin mangas, una gruesa pulsera de cuero con tachas y una larga y tupida barba. Lo único que cambió fue el largo de su cabello. De los largos rulos, optó por un corte corto.

 


“A los dieciocho años comencé a vincularme con el mundo de la música y el sonido. Empecé con las bandas que iban a tocar a San Juan y después arranqué con shows y giras por toda la Argentina”, recordó.

 


Trabajó con bandas como los Auténticos Decadentes, La Renga, Divididos, Fito Páez y el Indio Solari. Pero lo que más recuerda es la gira que hizo en 1988 con Soda Stereo. “Fue cuando sacaron el disco ‘Doble Vida’. Después, cuando grabaron 'Canción animal' los acompañé en cinco shows”, contó.

 


Con la banda La Renga aún conserva una excelente relación. “Son como una familia. Si tenés una conducta coherente, de responsabilidad, armonía, trabajo y respeto te cuidan como un integrante más. Son fieles a eso”, remarcó.

 


Pero hubo un cambio en su vida que lo hizo alejarse de ese mundo. “Cuando nació mi hijo, decidí dejar el ambiente de la música. Mateo tiene ahora 14 años y vive con su mamá en Buenos Aires. Él está enamorado de San Luis, siempre viene de vacaciones y espero que algún día venga a vivir conmigo”, expresó.

 


Mientras miraba fotos de su época de sonidista y staff manager, recordó la primera vez que visitó San Luis. “Fue en el '98 cuando vinimos con La Renga a Justo Daract. Al recital fueron solamente cincuenta personas porque el padre de la Iglesia hizo toda una movida diciendo que la banda iba a traer el mal al pueblo”, relató.

 


Pero las pasiones son algo que los hombres no pueden abandonar tan fácilmente. Cuando el Indio Solari tocó por última vez en San Luis, Yiyo fue convocado para formar parte del staff de sonido.

 


“No lo extraño, me quedo con lindos recuerdos. Hoy tengo otra conciencia, sigo en contacto con muchos de los músicos con los que trabajé y por ahí cae alguno de visita. Ahora soy feliz con lo que hago y estando en mi lugar, San Luis”, dijo seguro.

 



LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo