Estudiantes rompió la estantería. Llegará Cristian Fabbiani. El “Ogro”, con 31 años y de último paso por Sport Boys de Bolivia, firmará hoy por la mañana su vínculo con el “Verde” por una temporada. “Supongo que el domingo ya estaré en San Luis”, le confirmó anoche vía telefónica a El Diario de la República. Tras firmar, el “Ogro” viajará a Bolivia a solucionar unos trámites (Sport Boys le debe un dinero del contrato) y luego regresará al país para instalarse en nuestra ciudad.
Darío Ortiz, el DT, reclamaba por la presencia de otro delantero de área, incluso había anunciado: “a lo mejor Carlos (Ahumada, el presidente) nos hace un regalito”. Y al moño lo desatará Fabbiani, quien llegará a la ciudad con su esposa Jimena y su pequeño hijo Santino, de cuatro meses.
“Es una categoría linda y quiero demostrar que estoy bien y ofrecer todo, goles y sacrificio. Me va a costar entrar en el equipo, sé que hay grandes jugadores, pero el torneo es largo y con humildad buscaré ganarme un lugar”. Así, sereno y con tono pausado, el “Ogro” contó sus primeras sensaciones.
Lejos de la exposición mediática que supo tener, anuncia: “Tengo experiencia, voy a tratar de no hablar más y apoyar todo con hechos. Voy a San Luis a pelear algo”, afirma.
Estudiantes le ganó la pulseada a San Martín de Tucumán. “Apareció esta oportunidad, me pareció que Estudiantes está haciendo las cosas bien, por algo llegó a esta categoría, el DT tiene mucho que ver, me hablaron de un grupo muy unido e importante, a muchos los conozco, sé de su paso por otros equipos. Por eso fue todo bastante rápido, y en tres días solucionamos todo”, dijo y no escapó a la pregunta sobre su peso: “Me siento cómodo con 97 o 98 kilos, que es el peso que tuve en Newell’s, en River y cuando jugué en Rumania. Hoy tengo 101, pero lo bajo en una semana”, dice.
Fabbiani lleva catorce años en el fútbol profesional, y el detalle lo lleva a tener la seguridad de que “uno está más pensante”. Asegura: “He cometido muchos errores, eso ha cambiado”.
En lo futbolístico, dice que le gusta jugar “un poco más retrasado, ser el segundo 9”, e insiste con aquella imagen que la gente pueda tener del “Ogro” fuera de la cancha: “Las cosas cambiaron en un ciento por ciento, quiero que mi experiencia en San Luis sea positiva y ojalá le podamos dar muchas alegrías a la gente”.


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