"Masterchef" en San Luis: cocina a cielo abierto

Quedó eliminada Patricia, la participante misionera; hubo diferentes tipos de omelettes y Cristophe  Krywonis, el jurado francés, cocinó un tartar entre bromas y canchereadas. Pero para los puntanos, el capítulo de “Masterchef” que se emitió el miércoles por Telefé tuvo el sabor especial de lo autóctono en los escenarios naturales de La Carolina. 
Hasta el alto de las sierras puntanas llegó la producción del reality de cocina para hacer una prueba de equipo en la que 11 participantes se metieron con la cocina típica de la provincia: el desafío era alimentar a los integrantes del equipo de ciclismo “San Luis Somos Todos” con chivito o conejo salvaje.
Grabado a mediados de marzo, el programa mostró el celeste cielo, el verdor del paisaje y la imponencia de las sierras, entre las idas y venidas de una cocina a cielo abierto que tuvo todo el tiempo a la adrenalina de la competencia como un condimento más. 
La producción seleccionó algunos testimonios de los participantes que se mostraron satisfechos de cocinar en la provincia: “Estar acá en un verdadero lujo”, dijo Lía, quien fue elegida la capitana de uno de los dos equipos en los que se dividió la competencia, el azul.   
Su colega del conjunto rojo, el hiperquinético Sebastián, fue, como es su estilo, más poético: “El aire es precioso, fresco y seco”, enumeró. 
La Carolina se recordará en la historia de la segunda temporada de “Masterchef” como el lugar donde se rompió la racha de triunfos de los colorados. El equipo azul, realizador de un guiso de conejo con papperdelle, fue elegido por los ciclistas de San Luis como el que mejor los alimentó en las alturas.
El ganador del tour de San Luis, Alfredo “El Flaco” Lucero, Emmanuel “El Loco” Guevara, Josué Moyano, Cristian Martínez, Giuliano Mini y el manager Pablo Uría –más afecto a las cuestiones administrativas que a montarse en la bicicleta- fueron algunos de los comensales que evaluaron los platos. “Yo no acostumbro a comer el chivo de esa manera, no me gustó para nada”, fue el lapidario comentario de Lucero (quien, como para reforzar el valor de la opinión, es nacido en la localidad) sobre la cazuela de chivo con papas al disco que hicieron los aspirantes a cocineros con delantal rojo.
Germán Martitegui, otro de los exigentes jurados del ciclo, dio una breve clase de gastronomía regional televisada para todo el país. “Los sabores de esta zona son únicos, la comida tradicional de la región es una de las más ricas de la Argentina”, aseveró el experimentado chef.
Sobre la actuación de los participantes, Germán señaló que la puntana fue la ocasión en la que mejor vio desenvolverse a los equipos en la tarea culinaria. Y adjudicó esa novedad a la tranquilidad del paisaje. 
Sin embargo, como ocurre casi siempre en envíos de este tipo, el conflicto rozó al grupo humano en la persona de Mercedes, una participante acostumbrada al llanto quien consideró que se la estaba maltratando demasiado.
La segunda parte del programa del miércoles sucedió en la cocina del ciclo, donde los integrantes del equipo rojo hicieron primero una omelette y luego el tartar –una mezcla de carne cruda con otros ingredientes muy común en Francia- que determinó una eliminación y la conformación de los diez mejores cocineros del ciclo.