Piden excarcelar al conductor que causó la muerte de dos hermanas

Franco Pérez ya cumplió tres semanas en el Servicio Penitenciario Provincial. Su defensor, Rafael Berruezo, pidió que lo excarcelen. Mientras ese trámite está en curso, Pérez sigue encerrado. Probablemente repasa con frecuencia el exacto momento en el que su vida dio un vuelco rotundo. Fue a las 7:11 del domingo 30 de agosto, cuando el Fiat Uno azul que conducía por el Camino del Portezuelo se fue de lleno contra la moto en la que dos hermanas, Emilse y Selena Caro, iban a trabajar. Emilse, la conductora, de 22 años, murió en el acto. Su hermana, de 18, falleció al otro día. Ninguna resistió las lastimaduras que les quedaron después de que el Fiat, que había salido de un boliche de Juana Koslay, se cruzara hacia el carril por el que iban ellas y las chocara, despidiéndolas violentamente sobre la banquina.

Aunque Pérez no está libre, puede agradecer algo: él sí respira. Pero el joven de 20 años quiere, además, volver a su casa. Berruezo, quien trabaja de modo conjunto con su colega Javier Rezzano, estima que en un par de semanas podría haber una respuesta a su solicitud. Cree que ésta será favorable.

Los penalistas hicieron la diligencia días atrás, después de que la jueza Penal Nº 3 de San Luis Virginia Palacios dictara el procesamiento de Pérez por doble homicidio culposo y ordenara la prisión preventiva.

Por el monto de la pena, ése es un delito excarcelable. Pero en este caso, y en ejercicio de sus facultades, la magistrado ordenó la prisión preventiva del conductor. Además, lo inhabilitó para manejar.

Después de recibir el pedido de excarcelación, la jueza “pide y recibe los informes de los antecedentes (del procesado) y luego debe correrle vista a la fiscal Elizabeth Giménez, cuya opinión no es vinculante”, aclaró Berruezo.

Después “dado el monto de la pena para este delito, y si no hay antecedentes y entiende que no hay peligro de fuga y que no va a entorpecer la investigación, el magistrado le concede la excarcelación” al detenido, resumió.

En caso de otorgarla, el expediente irá a alguna de las Cámaras del Crimen, en consulta. “Por lo general, es raro que (el tribunal) diga 'no' a una excarcelación que da el juez de instrucción. Lo que sí suele suceder es que, si se ha fijado una fianza y no está de acuerdo con ella, la Cámara sugiera que se la disminuya o se la suba”, comentó.

La dupla defensista no apeló el procesamiento dictado por Palacios. Por un lado, porque ese trámite “puede llevar dos o tres meses, y mientras tanto, Pérez iba a estar preso y no íbamos a poder pedir la excarcelación hasta tanto se resolviera la apelación”, explicó Berruezo.

Por otro lado, no cuestionaron la resolución porque acuerdan en que el hecho ocurrió y en que su defendido intervino en él. “Sí tenemos que ver ahora algunos detalles, como el punto del choque, por ejemplo. Pero no son aspectos relacionados a la calificación que se ha dado”,  explicó.

A Pérez le hicieron dos pruebas para saber si había bebido alcohol ese día. La primera fue un alcoholtest, que arrojó que tenía 0,38 gramos de alcohol por litro de sangre. La segunda medición dio un resultado más alto: 0,44 gramos.

En su fallo, la magistrado aclaró que la extracción de sangre para este segundo examen, que es más preciso, se hizo con demora, a las 12:42 de ese domingo, “debido a que (el personal del Laboratorio Químico Legal de la División Criminalística de la Policía) no sabía en qué centro de salud estaba hospitalizado Pérez, habiéndoles informado que se alojaría en el Hospital de Juana Koslay y luego confirmándoseles su traslado a Clínica Italia”.

A entender de Berruezo, el hecho de que la medición diera por debajo de 0,50 –límite permitido por normativa para los conductores no profesionales– indica que su cliente “no estaba alcoholizado”. “El estudio lo dice. De acuerdo a los estándares y a los especialistas que deben haber opinado para establecer ese margen de tolerancia, la persona que consumió menos de 0,50 conserva sus facultades para manejar, puede calcular distancias, por ejemplo. Si se excede de eso, se ven afectados los reflejos”, consideró.

“Como ya se acreditó, Pérez no venía borracho –aseveró–. Es un chico común y corriente, que volvía de bailar. Esto le podría haber pasado a cualquier persona”.

El abogado dijo que más adelante, cuando Pérez esté en condiciones, tal vez pida la ampliación de la declaración indagatoria. En su momento, cuando la jueza lo citó para interrogarlo, el joven se abstuvo de declarar.

“Hasta hoy está conmocionado. Se cargó dos vidas. Pero una vez que él se tranquilice, nos sentaremos a ver qué se acuerda. Y veremos si declara”, anticipó. Quizás en algún momento el joven dé explicaciones que ayuden a dilucidar por qué perdió el control y se fue contra la moto de las hermanas.