José Villegas: “Tenemos un pasado de gloria que debemos reivindicar”

El historiador José Villegas destacó que con el Cruce de los Andes “se afianzó un vínculo del pueblo puntano con el Libertador que empezó mucho antes de la conformación de ese Ejército de los Andes que cruzó la cordillera para libertar a Chile y Perú. Los sanluiseños tenemos una suerte de historia gloriosa con San Martín, pero a la vez sufrimos un problema enorme por la falta de una verdadera reivindicación de nuestra participación en la Gesta Libertadora. Al principio fue una relación militar, pero a medida que pasó el tiempo se transformó en una relación de mucho afecto con nuestra gente y por eso la adhesión de todo el pueblo fue tan grande a esa campaña”.

Villegas contó que “la primera vinculación con San Martín se dio a principios de 1812 cuando era teniente coronel y ya tenía esbozado su Plan Continental. Y lo primero que hace muy inteligentemente es crear un regimiento de elite, el mejor del territorio que abarcaba todo el Virreynato del Río de la Plata, que era muy extenso. Y a fines de diciembre de ese mismo año, San Martín le presenta a las autoridades del Cabildo formalmente el Regimiento de Granaderos a Caballo”. El profesor recordó que uno de los aspectos más importantes de esa agrupación militar era que hasta el día de hoy se recluta a sus integrantes con las mismas recomendaciones de su creador. “Deben cumplir con medidas y tallas específicas, su preparación es muy exigente y son súper profesionalizados. Hasta el uniforme fue diseñado por el General San Martín”.

Aquel grupo se formó con 476 combatientes que personalmente entrevistó y reclutó el Libertador: “San Luis mandó dos contingentes, el primero fue en agosto de ese año con 111 reclutas a las órdenes de Tomás Varas y en setiembre otro grupo de 94 parte liderados por Buenaventura Martínez. Lo más interesante es que muchos historiadores porteños olvidan este detalle, que casi la mitad de ese regimiento estaba integrado por criollos puntanos por sus condiciones. Esos hombres eran altos, esbeltos, más que valientes sino temerarios, de gran destreza con el caballo y en el manejo de las armas”, enumeró. Pero según Villegas, lo que más le cautivó a San Martín de esos 205 soldados fue su lealtad y afecto. “El gaucho nuestro era tremendamente leal y un tipo como San Martín supo detectarlo enseguida. A tal punto que muchos hombres que fueron desde otras provincias tuvieron que volver a sus pueblos porque no cumplieron con las expectativas. Y esto no sucedió con ninguno de nuestros hermanos, todos los que fueron en mulas y hasta caminando a los corrales de Retiro se quedaron en el regimiento”, aseguró.

Ese caso único se vio reflejado después en el Combate de San Lorenzo donde recordó Villegas, “San Martín debió demostrar en el campo de batalla que no era un espía como algunos patriotas decían de él, pero además donde el criollo puntano, el sargento Juan Bautista Baigorria, le salvó la vida cuando un soldado español estaba por hundirle su balloneta”. Y reiteró, “si tenemos ese pasado de gloria, ¡cómo no lo vamos a reivindicar!”.

Y a partir de esa estrecha relación fue que el Ejército de los Andes se nutrió de la mayoría de los hombres en actividad que tenía el pueblo puntano. “Algunos colegas no quieren aceptar que San Luis colaboró con alrededor de 5.000 hombres en esa gesta, que el doctor Alberto Rodríguez Saá y otros historiadores han denominado como el martirologio. Pero deben entender que a ese número se llegó desde 1810 con las invasiones inglesas hasta finales de 1817 cuando se incorporaron los últimos 900 puntanos, entre ellos el coronel Juan Pascual Pringles, que viajaron en barco desde Santiago de Chile hasta Perú para dar la batalla final y después continuar a las órdenes de Simón Bolívar cuando San Martín ya se había retirado”, recordó el profesor sobre la actuación de los hombres de San Luis.

También sobre el reclutamiento de los puntanos que acompañaron al Padre de la Patria a cruzar Los Andes fue terminante: “Se han dicho barbaridades como que fueron muchos más de acá porque eran brutos y pobres. Eso es muy ofensivo y denigrante para nuestros antepasados. Desgraciadamente lo han repetido incluso algunos hermanos cuyanos. Pero lo cierto es que aquí el gobernador Vicente Dupuy, hombre de mano dura, era de una lealtad incondicional con San Martín y así se explica por qué fueron nuestros mejores hombres”. También recordó que junto a Dupuy, Álvarez Condarco, Monteagudo y Alvear conformaron la Logia Lautaro con el general y además nuestro gobernador fue uno de los que fue a recibirlo cuando llegó al puerto de Buenos Aires desde España en 1812”.