El glamour y el barro de Willy Crook en San Luis

Las sierras de Potrero de los Funes le dieron un decorado especial a la noche funk del viernes que tuvo al mítico Willy Crook en San Luis. Un músico que fue telonero de  David Bowie y James Brown y se codeó con los mejores artistas del país como parte de "Los abuelos de la nada" y la época inicial de "Los redonditos de ricota". 
Tras ese paso como integrante soplador de los grupos icónicos, hace más de 19 años que se dedica a llevar el funk, el soul y el swing por diferentes bares y festivales junto con sus "Funky Torinos", el grupo de músicos que lo acompaña en sus presentaciones y que cambió de formación más de una vez. 
En su paso por San Luis, Crook y sus torinos lograron que "La Mansión" de Potrero de los Funes, un lugar lujoso y ambientado para la ocasión, se transforme en el escenario donde el público vivió una velada llena de talento.
En los 40 minutos que duró el recital, Willy transportó a más de uno a los inicios del movimiento funk y logró que los puntanos bailaran al ritmo de las melodías pegadizas.
Con una camisa blanca con estampados, su mota de rulos y su guitarra "Telecaster" color madera, el convocante entró al escenario armado en medio de la pista de baile pasadas las 3 de la mañana y  sin mucho que decir. Sus músicos se colocaron alejados de él pero la complicidad de miradas los acercó. 
Los primeros acordes de la intro sonaron y fueron los encargados de darle vida al show. Muchos asistentes lo disfrutaron sentados en el piso bien al frente del cantante, otros miraron al músico con admiración y el resto se dedicó a escuchar, bailar o disfrutar la música desde el balcón del lugar con vista al lago o más alejados del escenario. 
Más de 150 personas escucharon a la banda que tiene como líder a un cantante con una voz tan carrasposa como cautivante. El público fue variado con diferentes matices que iban de vestidos paquetes y aromas de perfumes caros a grupos de ricoteros que lograron hacerse visibles. Es que Willy es, hoy, eso: una mezcla de estirpe glamorosa atento al último grito de la moda que tiene un pasado redondo en que puso su saxo inconfundible a los primeros clásicos de la banda del Indio Solari.   
Muchos padres con sus hijos adolescentes ubicados en las primeras filas bailaron y aplaudieron cada canción. Las parejas de enamorados  también dijeron presente y los grupos de amigos que llegaron desde la ciudad se dieron el gusto de bailar en rondas con movimientos al mejor estilo de los años sesenta. 
El repaso por la discografía de los Torinos fue completo y variado. Clásicos como "If you", "Fuego amigo" o "Play your game" sonaron en una noche donde el soul. el rock y el funk se fusionaron para el deleite de los asistentes. 
En el tercer tema, Crook invitó al escenario a Sabrina Vargas, cantante de la banda mercedina "Lo justo y boca seca" que le puso fuerza y pasión a los coros de la banda. "Al finalizar el concierto van a querer a esta chica", expresó un Crook admirado por el talento de la cantante que lo acompañó en más de la mitad del concierto. 
La cantidad de solos que realizó Leonel Duck en el teclado fueron el soporte musical de una banda que contó además con la simpatía del bajista Esteban Freytes y los golpes delicados pero potentes del baterista Juan Cava.
Tranquila, con risas en el medio, complicidad y mucho soul, la fiesta funk de Potrero concluyó con un público animado que se quedó con ganas de más pero se fue conforme al sentir de vuelta los aires de juventud que trajo el viejo Willy.