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El Plan Toros desembarcó con todo en el noroeste

Por redacción
| 18 de junio de 2017
En Belgrano y Ayacucho estarían en condiciones de acceder al beneficio unos 1.230 productores de los dos departamentos, que tienen alrededor de 2.300 toros.

Al igual que ocurrió en el Departamento Dupuy en 2013, en Pedernera durante 2014 y 2015 y en Pueyrredón el año pasado, ahora el plan de control de enfermedades reproductivas en toros desembarcará en Belgrano y Ayacucho, que según el decreto provincial Nº 8520-MdelC-2014 fue declarado de interés provincial por el impacto que tiene sobre la sanidad de los rodeos puntanos y ahora también sobre el Plan Carnes San Luis, que buscará bajar en la provincia el precio de la media res al gancho de este producto tan apreciado por los argentinos.

 


Conocido popularmente como Plan Toros, apunta a erradicar enfermedades venéreas como tricomoniasis y campylobacteriosis, además de colaborar con la detección de la brucelosis, una patología peligrosa porque puede transmitirse a la población. El Senasa, mediante una resolución dictada el 10 de abril pasado, convalida este plan para todo San Luis.

 


“La selección de este Departamento se basa fundamentalmente en la continuidad territorial respecto a Pueyrredón, vamos extendiendo la influencia del plan hacia el noroeste. De esta manera favorecemos la posterior restricción de movimiento de hacienda en los departamentos, tomados como una unidad regional. Por otra parte, productores y profesionales  de la zona, han mostrado interés en aceptar este desafío”, explicó Martín Rodríguez, jefe del Programa Producción Agropecuaria y Arraigo Rural.

 


Durante este año, el control de reproductores machos (revisación, raspaje y sangrado para brucelosis) será totalmente gratuito y obligatorio para establecimientos de hasta 100 vacas, que serán medidos según la primera acta de vacunación de Senasa. Los trabajos que llevará adelante el Gobierno incluyen honorarios profesionales, viáticos hasta un máximo de 100 kilómetros y los análisis de laboratorio. Y por supuesto, como ya es costumbre también la reposición de los toros positivos por otros seleccionados, de buena genética, que el Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción compra en los remates realizados en la provincia.

 


A partir del año 2018, una vez encaminado el control sanitario, el Plan Toros será obligatorio y arancelado para todos los establecimientos de cría, con restricciones en el movimiento de reproductores para aquellos que no lo realicen en los departamentos que hayan sido atendidos bajo la órbita del proyecto en los años anteriores.

 


El Ministerio creó una Unidad Ejecutora Central bajo el mando del programa que conduce Rodríguez, que deberá difundir en todos los medios de comunicación posibles el Plan Toros, sus características y alcances. La dependencia entregará a los centros ganaderos de la zona toda la información, el listado de veterinarios acreditados, las actas de compromiso y la documentación. También tiene que administrar los fondos nacionales (siempre escasos) y provinciales asignados, rindiendo cuenta de todos los movimientos de dinero.

 


Además, cada región tendrá un coordinador que tendrá el acompañamiento, respaldo y la evaluación periódica de la unidad ejecutora, que llevará un registro con los rodeos en saneamiento y los que ya fueron decretados como libres de enfermedades. Habrá reuniones periódicas con la Comisión Provincial de Sanidad Animal para ver cómo avanza el plan y jornadas de difusión para productores, en las que los veterinarios interesados en participar podrán acreditarse e ingresar a un registro profesional, que es un requisito obligatorio para ellos.

 


La unidad ejecutora trabajará a la par del coordinador en los establecimientos denominados “problema”, que son aquellos en los que los rodeos presentan más casos positivos, por lo que tendrá la facultad de auditarlos y determinar los toros a reemplazar.

 


Seleccionará esos animales de sustitución en establecimientos, cabañas y ferias provinciales  con sanidad garantizada.

 


“El coordinador que sea elegido deberá participar en las actividades desarrolladas por el programa a mi cargo, hacer una planificación  general, asignar los establecimientos por veterinario, coordinar con el Laboratorio del Campo para la toma de muestras, elaborar informes y hacer la gestión de pagos. Será fundamental su relación entre el veterinario y el Laboratorio, para asegurar el envío del material de las muestras tomadas a los toros  por el medio que él considere adecuado”, agregó Rodríguez.

 


 En los casos donde el productor no tenga elegido un veterinario acreditado de su preferencia, será el coordinador quien asignará uno adecuado según su criterio. En su condición de veterinario acreditado, tendrá bajo su responsabilidad los muestreos de los establecimientos que por diversos motivos no puedan tener un veterinario privado acreditado para el saneamiento. También coordinará y controlará la compra, transporte y entrega de los toros de reposición, incluido el pago a las cabañas, remates o ferias.

 



“Les pedimos a los centros ganaderos que participen activamente en la difusión del Plan Toros, que den a conocer a los establecimientos los alcances y las posteriores restricciones en los movimientos, que informen a los productores y veterinarios la modalidad operativa, como así también el vínculo con el coordinador. Tendrán una tarea clave”, contó el funcionario.

 


También Senasa hará su parte: brindará toda la información que tenga acerca de los establecimientos comprendidos en el Plan (propietarios, localización, teléfono, correo) de forma inmediata al inicio, dará a conocer a los establecimientos los alcances y posteriores restricciones en los movimientos, participará de todas las reuniones que sean necesarias, expondrá en las oficinas locales la nómina de veterinarios acreditados y registrados, hará el seguimiento de animales positivos para enviarlos a faena, controlando la identificación y documentación correspondiente, limitará los movimientos ingresos y egresos a las unidades productivas que no posean 2 raspajes negativos consecutivos.

 


En la misma línea, el Cosafi deberá hacer un seguimiento de animales positivos a faena, controlando la identificación y documentación correspondiente; mientras que el INTA colaborará en la actualización y acreditación de veterinarios y participará de un Sistema Provincial de Vigilancia Epidemiológica.

 


La tarea del productor no será menor, ya que deberá encargarse de la selección y el contacto con el veterinario registrado, acordando posteriormente y a través del Coordinador del plan fecha de revisación, exámenes y envío de muestras. Contará con todos los toros identificados al momento de la visita del veterinario, con caravanas oficiales amarillas (resol.257/17). En caso de no poseer las amarillas, deberá identificar los toros con caravanas de “recaravaneo” oficiales celestes, que serán provisorias y tendrán validez hasta el segundo raspaje como máximo.

 


Para que el Plan Toros sea efectivo, deberá tener los animales separados, en reposo sexual, durante un mínimo de una semana antes de la revisación y mantenerlos separados hasta completar las acciones. Será el responsable de mantener separados los animales positivos, fuera de servicio, hasta la segregación del establecimiento y contará con un plazo de 30 días para enviar a faena a los toros positivos y sólo los reemplazará con nuevos animales, con doble raspaje negativo, provenientes de establecimientos  autorizados por la coordinación.

 


Si ya hubiese realizado los raspajes en forma privada, deberá presentar el informe de laboratorio completo para ser relevado de la obligatoriedad del plan. Allí debe constar el número de caravanas de los toros, haber sido realizado en un laboratorio habilitado y no tener una antigüedad mayor a un año  (para 2 raspajes negativos consecutivos).

 


En cuanto a las obligaciones del veterinario acreditado, deberá asegurar la identificación de los animales a examinar, colocando caravanas cuando corresponda; incluyendo los toros que identifique como no apto reproductivamente. También comunicar al coordinador los establecimientos a examinar, con suficiente antelación para coordinar con el laboratorio y evaluar posibles establecimientos a considerar zonalmente; completar las planillas, con especial cuidado en el ingreso de datos, incluyendo las coordenadas del establecimiento, examinar reproductivamente a los toros, muestrearlos, firmar las planillas y comunicar el envío al laboratorio con un mínimo de antelación de 24 horas. Las muestras no deberán superar las 48 horas desde el raspaje hasta su llegada al laboratorio.

 


Un estudio clave será el examen de aptitud reproductiva antes de hacer los raspajes, determinando si es o no apto reproductivamente. De no ser apto, no realizará el raspaje de ese toro, dejando claramente justificado el motivo del rechazo para ser considerado por la coordinación  a fin de autorizar el reemplazo o no. Si el toro es demasiado joven reproductivamente, deberá dejarlo aclarado en la planilla y no realizará los raspajes, pero sí el sangrado para brucelosis.

 


Como co-responsable sanitario debe asesorar técnicamente al productor acerca del calendario y aspectos productivos y reproductivos concernientes al establecimiento, realizando una tarea de concientización y docencia, a fin de que incorpore las tecnologías de manejo disponibles para mejorar los índices de su rodeo.

 


Recién se dará por concluido el muestreo del establecimiento y en condiciones de abonarse el trabajo cuando la cantidad de exámenes en toros hayan concluido y se tengan los resultados finales de todos los muestreos. Las planillas  de campo y  de remisión de muestras, junto a los instructivos, serán provistas por el Laboratorio del Campo, mientras que la planilla general final la entregará la Coordinación.

 


Ante la aparición de toros positivos a venéreas, serán apartados y mantenidos fuera de servicio hasta el envío a faena, con un plazo máximo de 30 días. El resto de los reproductores del establecimiento se volverán a raspar hasta lograr los dos muestreos consecutivos negativos. El Programa que conduce Rodríguez se hará cargo hasta un máximo de cuatro raspajes por toro en los casos que corresponda.

 


“Los establecimientos que deseen tratar sus animales podrán hacerlo, pero luego deberán realizar 3 exámenes negativos consecutivos para lograr el saneamiento, siendo el último raspaje financiado por el productor”, aclaró el titular del Programa Producción Agropecuaria.

 


El traslado del toro nuevo al establecimiento estará a cargo del proveedor, mientras que el productor, para el otorgamiento de un toro de reemplazo, tiene que presentar el DTe y el Dopro de traslado del animal enfermo con único destino faena, donde conste el número de caravana del mismo. El movimiento debe estar cerrado en frigorífico o feria al momento de presentar la documentación, antes de los 30 días desde el traslado.

 


Durante este año se restringirá el ingreso de toros sin saneamiento a los departamentos Belgrano y Pueyrredón. Sólo podrán ingresar los que acrediten dos raspajes consecutivos negativos. Los establecimientos de los departamentos involucrados que no hayan realizado los exámenes correspondientes no podrán realizar movimiento de toros hasta tanto no realicen los exámenes correspondientes. Y en los rodeos saneados (el certificado tiene validez por un año), no podrán ingresar reproductores que no tengan al menos 2 raspajes negativos consecutivos.

 


Las muestras se toman según los métodos recomendados por la Comisión Científica de Enfermedades Venéreas: pipeta, raspaje o lavaje prepucial, aunque este último ha sido descartado por lo laborioso y porque en muchas ocasiones estimula la micción. Cada uno posee ventajas y desventajas, queda a criterio del veterinario el uso adecuado  de cualquiera de ellos, teniendo en cuenta las recomendaciones e instrucciones expresadas en las jornadas de acreditación.

 


“La clave es iniciar los exámenes con suficiente tiempo para realizar los muestreos necesarios e implementar las medidas de manejo adecuadas y  trabajar en condiciones higiénicas,  realizando una buena toilette, sacando residuos, barro, materia fecal”, recomendó Rodríguez.

 


El primer año siempre interviene el Laboratorio del Campo, pero luego los privados podrán participar del Plan Toros, si es que cumplen algunos requisitos. Deben estar habilitados por SENASA, Rubro Brucelosis e implementadas las BPL; haber participado en las jornadas provinciales de acreditación veterinaria o ajustarse al Manual Operativo Provincial; respetar los honorarios profesionales estipulados por el Colegio Médico Veterinario de San Luis; enviar planillas de campo y copia de informe de análisis de laboratorio al Programa Producción Agropecuaria, que remitirá resultados a Senasa, para control de movimientos; presentar un certificado anual de control de calidad externo en enfermedades venéreas y poseer capacidad operativa y edilicia  para la cantidad de muestras que declare poder procesar.

 


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