Adolfo, en Guay Curú que se viene con todo

El reloj marcaba las 18:32. había mucho movimiento en Guay Curú. Más del habitual. Adentro estaban los chicos entrenando a las órdenes de Fernando Guzmán. En la vereda había muchos dirigentes. Los autos pasaban a paso de hombre, todos miraban para adentro. Querían saber qué sucedía. A las 18:35, las pelotas de básquet dejaron de picar. Se armó más movimiento en la entrada. Las mamás que estaban en la tribuna, bajaron para ver de qué se trataba. En ese momento hizo su ingreso a la entidad de calle General Paz, Adolfo Rodríguez Saá. Los chicos dejaron la "naranja" para saludar al senador nacional. El saludo fue recíproco. Adolfo fue hasta los chicos y les dio un beso al centenar de jugadores vestidos de rojo y blanco.

Después de los saludos. Rodríguez Saá se fue hacia un costado, donde lo recibió Gustavo Gómez, presidente de la entidad "Albirroja". El dirigente hizo una breve introducción, explicó que el club será remodelado a partir de agosto. El polideportivo tendrá piso nuevo, se harán tribunas, baños, se agrandará para que la familia pueda disfrutar más de una entidad que tiene 83 años. Ahí nomás tomó la posta Rodríguez Saá. "Yo era muy chico y mis padres se mudaron a una casa de la calle Illia, y al lado estaba Guay Curú, que la cancha de básquet era de tierra. Había grandes jugadores. El "Rulo" Sepúlveda, Ricardo Ojeda, que cuando no teníamos la llave trepábamos por el tapial para ir a jugar. Después el club se mudó acá.Ahora, que está en el corazón de la ciudad,  hay que hacer una institución espectacular", dijo Adolfo ante la atenta mirada del centenar de chicos y de los profesores. Después del aplauso, Rodríguez Saá agregó: "Yo tengo una deuda con Guay Curú. Cuando era Gobernador me pidieron un terrenito que estaba al lado, ahora le voy a decir al Alberto y lo van a tener. Vamos a recuperar los clubes de San Luis,  porque la vida familiar y social se vive en los clubes. Si logramos que los chicos jueguen acá vamos a tener chicos sanos. La mamá y el papá van a estar tranquilos, que sus hijos están en un ambiente sano, amigable, contenido. Si sus hijos aman al club, amarán al vecino, al amigo. Aprenden a convivir", dijo.