Premian a un veterinario mercedino por aporte a la sanidad caprina

Carlos Rossanigo trata de ser medido en sus sensaciones, pero no puede evitar que el orgullo lo invada cada tanto. Sabe que el premio que recibió por una de las investigaciones de las que forma parte, es una suerte de recompensa a casi cuarenta años destinados al estudio de la sanidad animal en la provincia. Realizó el estudio junto a otros técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y se quedaron con la primera mención en el último congreso de la Asociación Argentina de Veterinarios de Laboratorios de Diagnóstico (Aavld), lo que representaría el segundo lugar entre más de 150 trabajos presentados.

La investigación buscaba contar con un relevamiento de los niveles de minerales que hay en el ganado caprino de cinco provincias distintas, con el objetivo de detectar posibles carencias. Rossanigo, quien es veterinario y forma parte de la Agencia de Extensión Rural de Villa Mercedes desde 1979, cuando llegó desde la ciudad santafesina de Rafaela, fue el encargado de aportar los datos y análisis de San Luis, mientras sus colegas hacían lo propio en La Pampa (Anguil), Buenos Aires (Balcarce), Salta y Jujuy.

“Venimos trabajando en caprinos desde 1990, y uno de los objetivos que tenemos es ver cómo los afectan las deficiencias minerales. Estamos hablando específicamente de cuatro componentes: calcio, magnesio, cobre y zinc. Buscamos los valores de referencia que teníamos a nivel internacional y los comparamos con los que obtuvimos en el plano nacional”, explicó.

De esa manera, recolectaron muestras de sangre de 5.600 cabras pertenecientes a 260 majadas repartidas en las cinco provincias involucradas. A través de un complejo equipo llamado espectrofotómetro lograron tener los valores de cada componente y detectaron que había, a nivel general, un déficit en los parámetros de cobre.

Esa carencia “puede ser responsable de algunas enfermedades que vemos en los caprinos muy pequeños. El cobre forma parte del crecimiento y del desarrollo óseo de los animales, por lo que la deficiencia afecta algunos índices reproductivos y el crecimiento de los cabritos. En definitiva, perjudica a la producción porque van a llegar con menos kilos a la faena”, analizó.

Los investigadores presentaron el hallazgo en el congreso de la Aavld, un encuentro que se repite cada dos años y que reúne a los integrantes de todos los laboratorios veterinarios que hay en el país. En cada edición, no solo se exponen avances y estudios en materia de sanidad animal, sino que también hay oradores internacionales que capacitan a los trabajadores locales.

La edición número 22 del encuentro se llevó a cabo en Río Cuarto y un jurado resolvió otorgarle la primera mención al trabajo que Rossanigo presentó junto a Walter Page, Daniel Bedotti, Víctor Suárez y Jorge Manazza.

“Para nosotros es un orgullo, sobre todo porque es un reconocimiento que hacen nuestros pares y una organización a nivel nacional, gente especializada de todo el país. A nivel local, los que nos dedicamos a la salud animal somos muy pocos y por lo general colaboramos entre todos”, reflexionó.

En 2002, un equipo que integró Rossanigo ya se había quedado con el mismo premio, por un trabajo que alertó sobre la presencia de Listeriosis (es una infección bacteriana que puede afectar a los seres humanos, aunque no es común que suceda) como una enfermedad emergente en los confinamientos de bovinos en San Luis.