Un sector del catolicismo se pronuncia a favor del aborto frente al Congreso
Soledad Deza, abogada y miembro de “Católicas por el derecho a decidir”, dialogó desde las afueras del edificio con El Diario de la República.
Poco después de la 11 empezó el debate sobre el proyecto de despenalización del aborto y, aunque pareciera irónico, un sector del catolicismo se manifiesta a favor del aborto frente al Congreso de la Nación.
“Estar desde el lugar del catolicismo es un lugar de justicia, de libertad y conciencia, pero sobre todo de mucha convicción. Mantenemos una disidencia con las jerarquías eclesiásticas en cuanto a cómo interpretan la espiritualidad como un obstáculo para la libertad de conciencia y como un mecanismo para imponer una moral sexual restrictiva”, expresó a El Diario de la República Soledad Deza, abogada y miembro de “Católicas por el derecho a decidir”, organización feminista y católica.
También agregó que en la agrupación a la cual pertenece consideran que las mujeres son las que están en mejores condiciones éticas para tomar decisiones sobre sus procesos reproductivos y eso no puede significar un castigo. “En todo caso el castigo le corresponde a Dios si es que ocurre pero no es nuestro código penal, no es nuestro Estado el que tiene que castigar a una mujer que decida por la razón que fuera que no está en condiciones de ser madre o de criar un hijo”, expresó.
Soledad fue la abogada defensora de Belén quien el 21 de marzo del 2014 sintió dolores de panza y fue al Hospital Avellaneda, en San Miguel de Tucumán. Ella no sabía que estaba embarazada y los médicos la denunciaron a la Policía y terminó presa. El 19 de abril del 2016 la Cámara Penal la condenó por homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía.
Estuvo presa en la Unidad Penitenciara Nº4 de Tucumán más de dos años. El 16 de agosto del 2916 obtuvo la libertad y comenzó un emprendimiento familiar. Pero sin estar tranquila sobre su futuro. El 2 de diciembre el máximo tribunal debía consignar si su condena era legítima o ilegal. Y finalmente, Belén obtuvo el 27 de marzo de 2017 su libertad definitiva.
La abogada tomó el caso y se convirtió en un emblema del movimiento de mujeres contra la criminalización del aborto y de organismos internacionales, como Amnistía Internacional, como un alerta de violación a los derechos humanos de las mujeres.
Ahora Deza afirma: “Para mí significó algo muy fuerte, fue un vuelco muy grande porque se trató de un caso de mucho compromiso y de ponerle mucho el cuerpo pero también de una gran satisfacción no solo por el resultado sino porque me parece que se logró visibilizar y sobreponer lógicas patriarcales al interior de cada espacio a través del caso de Belén”.
Por último Soledad recalcó que el caso de Belén como muchos otros y el mismo movimiento feminista organizado son pequeños pasos que hicieron que en defensa de la vida esten hoy peleando en el Congreso el derecho a decidir.
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