Los años en que San Luis fue Playland

En la segunda mitad de los 80 y hasta 1995, fueron los “Papá Noel" para los chicos a quienes les cumplieron su sueño. Las empresas Jocsa y Plastirama crearon los personajes de moda del momento y le dieron cuerpo a Rambo, Locademia de Policía o G.I.Joe.

 

Jocsa abrió en 1986 y cerró en 1994. En su época de esplendor contaba con 40 empleados y el sueldo de un jefe era de 3.000 dólares. La fábrica estaba ubicada en el Parque Industrial Sur, entre calle 4 y la continuación de avenida Julio A. Roca, en la ciudad de San Luis. Al lado, estaba Laminado Catalanes, una empresa que comercializaba cajas, inclusive las de los juguetes de Jocsa.

 

Esta empresa fabricó Rambo, Mortal Kombat, Pinypon, Cazafantasmas y Locademia de Policía.

 

Plastirama estaba en calle 110 y 4, en un galpón que ahora es ocupado por el Supermercado Aiello. Inició en 1987 y terminó su travesía en 1994. Trabajaron 150 personas y para la temporada alta, Día del Niño y las Fiestas, se sumaba la misma cantidad de empleados que pintaban y armaban los muñecos fuera de las instalaciones. Realizó caretas para carnaval y las figuras de G.I.Joe, Lucha Fuerte y Picapiedras. Ahora esos juguetes valen fortuna para los coleccionistas argentinos y del exterior: pueden llegar a costar hasta 15.000 dólares.

 

 

En el país, en la industria del juguete había 220 fá- bricas en 1990 y a fines de 2001 sobrevivían menos de 50. Se perdieron más de 6 mil puestos de trabajo directo e indirecto. En el 2008, el sector contaba con algo más de 100 empresas.

 

“En Argentina y en el mundo todo lo que es bootleg están muy de moda para la gente de 30 a 37 años que vivió los ochenta y los noventa de chicos y quiere recuperar parte de su infancia. La mayoría tienen sus colecciones avanzadas y se tiran a figuras similares", comentó el experto Cristian Matías Fleitas de 33 años, cuya colección comenzó hace 15 años.

 

En el ambiente se conoce como “bootleg" a una figura hecha en base a otra original y de dudosa calidad. Por ejemplo, Lucha Fuerte y Fuerzas Especiales son la “copia" de He-Man. Y los Mortal Kombat de Rambo.

 

La colección de Rambo albergó una rareza. Los ninja blanco y negro son los originales. Sin embargo, la picardía de Jocsa inventó uno nuevo: el del desierto. Este salió en una segunda tirada entrado los noventa y es exclusivo de Argentina. En paralelo, se editó la colección de Mortal Kombat, cuyas figuras estaban realizadas con la misma matriz de Rambo, pero con cabezas totalmente nuevas para copiar las figuras de los personajes del videojuego, que pasaba por su mejor momento.

 

“Lo raro de este personaje es que se realizó con un molde de Rambo y la cabeza de los ninjas. En cambio, los ninjas del Mortal Kombat se hicieron con la matriz original y una cabeza exclusiva. Jocsa tuvo las matrices originales pero no las usó para Rambo", consideró el coleccionista.

 

La tirada de los “Héroes del desierto" es una línea exclusiva de Jocsa. Y la de “FX" también. A diferencia del muñeco normal, este contaba con una mochila que emitía sonido.

 

Cristian Matías Fleitas colecciona piezas desde hace quince años.
 

 

Los más difíciles de Rambo son el X-Ray y el Dr. Hyde del desierto. Además, existen algunas variantes. Venían con piernas diferentes y con colores distintos.

 

Treinta años después aún es fácil conseguir la colección de Cazafantasmas en blíster, ya sea en Mercado Libre o en jugueterías de Rosario o Mendoza. Los importados son más caros pero las diferentes tiradas permiten que sea fácil encontrarlos. En Argentina se realizó una serie exclusiva, que son los personajes principales con trajes de diferente color y las armas tiran agua, con un sistema de pipeta insertado en el cañón de protones.

 

Locademia de Policía se popularizó en los ochenta con ocho películas y una versión en dibujos animados, de las cuales Jocsa aprovechó para sacar la lí- nea de juguetes. “No son muy buscados pero como ahora se coleccionan las figuras de los noventa, alguno que otro te los pide", agregó Fleitas. Son figuras que en blíster cerrado salen unos 800 pesos. La línea de Mortal Kombat sólo se comercializó en el país y en páginas de venta como Ebay no tienen buena aceptación. Estos personajes venían en la revista mensual de “Top Kids", la única manera para descubrir los trucos para pasar los videojuegos de los noventa. Los muñecos tenían la forma de los Rambo. Scorpion, Smoke, Reptil, Zub Zero, Noob Saibot eran iguales sólo que su cabeza era diferente. Todos eran articulados salvo Goro, Shang Tsung, Kintaro y Jax, que fueron confeccionados con una goma dura.

 

Plastirama elaboró y también importó los G.I.Joe cuando los ochenta tomaban forma. Estos muñecos fuera del país cotizan y son muy requeridos. La explicación es porque un par de personajes fueron inventados y no se consiguen en Estados Unidos; los traían de Brasil y acá se les colocó un sticker que decía: “G.I. Joe, segunda generación". Estos personajes eran variantes de los originales.

 

Existen dos series. Una se llama “Straight arms" (tienen articulación sólo en el hombro y codo) y la segunda generación cuenta con una articulación en los bí- ceps, que les permite rotar. Los “Straight arms" cuentan con figuras exclusivas y de las que existen poca cantidad. Se denominan como los “Argen7". “Son las más difíciles de la colección y se buscan a nivel mundial. G.I.Joe sigue vigente a nivel coleccionismo. Ahora salió la colección 25 Aniversario, en la que se editó a los Argen7 y que también son complicadas de conseguir porque fueron editadas para convenciones exclusivas como la San Diego Comic Con", comentó el coleccionista.

 

Otro de los “Argen7" es el “Cobra Invasor", que es la figura de “Snake Eyes" pero con el logo de los malos. Este es un error ya que la concepción original lo tiene del bando de los héroes. “Cambió la relación del personaje. Este muñeco también se realizó en Brasil", explicó Fleitas.

 

El personaje ninja blanco, “Storm Shadow", le dio una chance a sus versiones negras y rojas. Son repintados que no existen fuera del país.

 

El coleccionismo también permite conocer otras naciones. Hace 15 años, un comerciante de Buenos Aires vendió en Ebay al “Cobra Mortal" en blíster cerrado, acaso el más difícil. El comprador era de Estados Unidos, pagó 15.000 dólares y puso una condición: que el vendedor lo lleve hasta el norte. Obvio, con todos los gastos pagos. El flamante comprador resultó ser un jugador de fútbol americano. “Los Lucha Fuerte son complicados de conseguir porque encima de ser bootlegs, tenían una calidad bastante baja. Suelen estar despintados y si los limpiás de más, la pintura se descascara. No son como otras de Plastirama que la pintura no se salía".

 

Entre los personajes más dificultosos de conseguir están Orchessi, Kruel y Robox completo, es decir, con guantes, pechera, bota y cinturón negro. A diferencia de He-Man, los coleccionistas prefieren tenerlos sin importar los accesorios.

 

Las manos mágicas

 

“Nuestro caballo de batalla eran los Pinypon; Jocsa era una empresa muy importante ya que vendía sus muñecos en todo el país. Lo que se hacía en San Luis iba a las jugueterías de Argentina y de España", comentó Litto Retta, quien era jefe de turno cuando dejó la compañía a fines de los ochenta. El reparto del material fabricado se repartía en un 50% para cada destino.

 

Los moldes venían de España y generalmente eran alquilados, eso aceleraba los procesos de producción. Pero en el caso de los comprados, les permitía a los empresarios modificar los moldes y tener variantes de personajes.

 

Jocsa contaba con un cronograma de trabajo de las novedades, y la producción se basaba en eso. “No sé quién habrá tenido el lujo de haber comprado Pinypon pero el furor duró tres años, una locura. Ver jugar a un chico con un muñeco de esos es impresionante, despierta los sentidos", argumentó.

 

Retta aseguró que en los ochentas los puntanos desconocían que esos juguetes se hacían en San Luis y se sorprendían cuando iban a la juguetería y los veían en la vidriera.

 

José Rigau fue director de Planta en Plastirama y recuerda aquel trabajo con mucha emoción. “Nosotros hacíamos los buenos y los malos de G.I.Joe, los tanques, era muy lindo. Era muy gratificante que los chicos y los padres busquen el fruto de tu trabajo", reconoció.

 

Retta y Rigau ni se imaginaban que aquel material que les sacaba una sonrisa a los pequeños, ahora enloquece a los grandes. Y mucho menos que podría pagarse hasta diez veces más su valor original. “Mis hijos tienen un par guardados en casa, pero hay que buscarlos", comentó Rigau. Nunca es tarde para volver a la infancia.