Denunció que su sobrina la estafó con una vivienda
Recurrió a la Justicia Penal para exponer que le hizo firmar la compra de la casa, pero nunca se la pagó. La sospechosa también es investigada por otros delitos, y su pareja está presa.
Una mujer a la que la jueza Penal 3 de San Luis, Virginia Palacios, investiga por presuntas estafas cometidas mediante la falsificación de documentos está sujeta también a otra investigación, en el juzgado Penal 1, a cargo del juez Marcos Flores Leyes. En este caso, quien la ha denunciado es una tía paterna, que la acusa a ella y a su pareja, el vendedor de autos Gerardo “Elger” Battan, actualmente preso en Córdoba por otros delitos. Según la denunciante, le hicieron firmar la venta de una casa, pero nunca se la pagaron.
La denunciada es Ana Isabel Woronko, viuda de un escribano, que en ciertos casos se habría valido de algunos conocimientos que habría adquirido cuando trabajaba junto a su esposo para llevar a cabo las maniobras ilegales, según las investigaciones que la tienen en la mira en el juzgado 3.
La jueza Palacios ordenó cuatro allanamientos, que fueron realizados el jueves 28 de marzo. Y de uno de ellos, hecho en un lavadero que “Elger” tiene en la calle Ejército de los Andes, se desprendió un quinto, que el Departamento Investigaciones de la Policía hizo al día siguiente.
Esa causa pareciera estar más avanzada que la que lleva adelante el juez Flores Leyes. Ésta se inició con la denuncia que María Rosa Woronko –hija de la ex intendenta de Villa de la Quebrada, Rosa Woronko, y tía de la sospechosa – hizo el 10 de julio del año pasado.
María Rosa expuso que su sobrina y la pareja de la mujer, “Elger”, la convencieron de vender su casa en Juana Koslay y le aseguraron que le iban a pagar dos millones y medio de pesos. Después le ofrecieron 500 mil pesos en efectivo y cuatro terrenos en la localidad de Las Chacras, Juana Koslay, que supuestamente eran de Battan. Confiada en su sobrina, María Rosa aceptó, le contó la denunciante a El Diario.
Fue a una escribanía del centro, el 11 de abril de 2018. Allí, ante la notaria –de la cual aportó el nombre en su denuncia–, le hicieron firmar unos papeles. Ella creía que estaba firmando el acuerdo, pero lo que en realidad le hicieron firmar fue un recibo según el cual, en ese acto, le entregaban los 500 mil pesos en parte de pago, asegura María Rosa. “Pero me engañaron, no me dieron nada”, contó Woronko.
Eso no fue todo, todavía se iba a llevar más sorpresas amargas: “Resulta que los cuatro lotes que me daban en Juana Koslay y que supuestamente eran de Battan, no eran de él, están sujetos a una posesión veinteañal, después aparecieron los verdaderos dueños, con un abogado”, relató María Rosa, amargada.
“Mi tía no está en sus cabales”
Llamada a dar una declaración informativa, la escribana mencionada por Woronko en la denuncia admitió haber hecho el trámite: “A requerimiento de la parte interesada y siguiendo expresas instrucciones de ella, María Rosa Woronko, confeccioné un poder especial irrevocable para venta”, declaró.
Dijo que en el documento relacionaron un boleto de compra venta que ya llevaron firmado la ahora denunciante y Battan, y que ella solamente certificó las firmas.
Le preguntaron si en otras ocasiones le confeccionó escritos o certificó firmas a Battan. La notaria contestó que el hombre ha ido antes a su escribanía a hacer trámites, pero que no recuerdo cuáles.
“Elger”, con domicilio en Ejército de Los Andes 1352, de San Luis, también fue llamado a declarar, en febrero de este año. Dijo que la casa que le compró a la tía de su pareja es del barrio Gregorio Vivas y que le pagó 500 mil pesos. “La plata se la entregué en la casa de ella, antes de ir a la escribanía”, aseguró.
Dijo que a fines del año pasado le vendió la casa a una persona de apellido Novillo, de La Toma.
La concubina de “Elger” también fue llamada a dar explicaciones. Luego de la transacción, “mi tía realizó viajes”, dijo. Quiso dar a entender que así gastó el dinero que ellos le habían dado. “¿Qué viaje voy a hacer? Si soy pensionada”, replicó María Rosa.
Su familiar abundó en descalificativos contra la denunciante: “Mi tía no se habla con ningún hermano porque tiene problemas de carácter, nos envía cartas amenazantes, mi tía no está bien, en las cartas hay cosas escritas que no son de una persona que esté en sus cabales”, dijo para defenderse.
Cuando le preguntaron si sabía cuál fue el precio pactado por la propiedad que su pareja, “Elger”, le compró a su tía, Ana Isabel Woronko contestó “me parece que el valor que pagó fue un millón de pesos”. María Rosa dice que no vio un peso.
María Rosa pide un careo
“Lo que le pido al juez es que hagan un careo entre mi sobrina y yo, entre Battan y yo, y entre la escribana y yo”, le dijo María Rosa Woronko a El Diario.
En efecto, “hay una serie de medidas que la señora ha requerido al juzgado de instrucción. Ahora el juez debería proveer esas medidas o, en todo caso, pedirme un dictamen sobre las medidas que ella ha solicitado, para conocer mi opinión, y luego decidir”, le explicó a este medio el fiscal de instrucción 1, Marcelo Palacio Fernández.
“Tenemos que ver cómo seguimos investigando este caso, qué resulta de las medidas que se puedan adoptar”, agregó.
El fiscal dijo que no cree posible que acumulen la investigación que lleva adelante el juez Flores Leyes con la que maneja la jueza Palacios: “No lo creo porque son hechos distintos, son modus operandi distintos y los bienes jurídicos afectados también son diferentes. Además, es probable que (las causas) estén en momentos procesales diferentes también”, explicó.


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