Tragedia de Zanjitas: el obispo Barba ofició una misa en la localidad
Este martes se cumplieron diez años del accidente. La ceremonia religiosa se realizó en la capilla Nuestra Señora de Fátima.
El obispo Gabriel Barba ofició una misa en Zanjitas, en la capilla Nuestra Señora de Fátima, en el décimo aniversario de la tragedia que conmocionó a la provincia. Acompañó a familiares, al pueblo y pidió por las almas de las víctimas. Durante la homilía, el mensaje se centró en el concepto de que la muerte no es el final, sino el lugar donde se transforma la vida.
“La misa es la oración más importante que tenemos los cristianos. Por lo tanto, mis palabras estuvieron en ese marco, en un marco de oración. Nosotros frente a la muerte asumimos su realidad, pero desde la luz de la vida. Para los cristianos, la pascua es el mensaje más profundo: la vida que vence a la muerte, a través de la vida del resucitado”, señaló Barba sobre las palabras que compartió en la ceremonia.
Subrayó que lo que ocurrió en Zanjitas siempre le causa tristeza; ir a la localidad lo introduce en un misterio difícil de entender y de aceptar, con muertes tan tempranas y en un hecho tan injusto. “Es un acontecimiento demasiado extremo, demasiado duro, es una sensación de dolor inevitable”, expresó.
Durante la misa pudo compartir momentos con la mamá de una de las víctimas, quien, según remarcó, ha podido vivir este proceso profundamente doloroso desde la esperanza de la fe, que es lo que la sostiene y le permite seguir. El mensaje para los familiares es el de la cercanía: caminar juntos, llorar juntos y también tener esperanza juntos.
“El dolor se convierte en oración de intercesión, de pedir por el eterno descanso de las niñas. No tengo ninguna duda de que están junto a Dios, en su inocencia. Incluso la gente las nombra como ‘angelitos de Dios’. En mis oraciones también pido por los familiares, uno quisiera llevar bálsamo por el dolor de sus papás”, dijo.
Al ser consultado sobre la situación del sacerdote Daniel Pérez, quien durante el proceso judicial fue sospechado por falso testimonio, indicó que conoce que se ponía en duda algunas de sus palabras, por ser contradictorias; lo mismo ocurre con una de las religiosas. “Será la Justicia quien determine o clarifique aquellas dudas”, sostuvo.
Los fieles también compartieron un emotivo momento en la ermita de la localidad, donde una placa guarda la memoria de las víctimas. Allí, el obispo encabezó la oración y la lectura del Evangelio de San Juan, donde Jesús le dice a Marta que él es la vida y la resurrección.
“Ayer (por el lunes) celebramos el Día de Todos los Santos, es decir, celebramos la vida de aquellos que han muerto y que están junto a Dios. Hoy conmemoramos el Día de los Fieles Difuntos; son dos fiestas que se entienden la una con la otra. Si no hay muerte, no hay resurrección, pero si no hay muerte tampoco hay vida. Es necesario que el grano de trigo en tierra muera y produzca frutos”, manifestó.
Tras su visita a Zanjitas, regresó a la ciudad y compartió una misa en la Iglesia Catedral, donde volvió a pedir por las víctimas. Al concluir, cuatro coros se presentaron para interpretar el Réquiem de Mozart, en homenaje a las víctimas del coronavirus.
Redacción / NTV


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