Edgardo AlbaGentile, pasión multisensorial
El pintor porteño, quien vive en San Luis hace dos años, piensa sus obras como una conjunción de tacto, visión y escucha.
Las obras de Edgardo AlbaGentile ofrecen una explosión de sentidos. El artista combina texturas, colores y sonidos con el fin de que sus piezas sean absorbibles para cualquier tipo de espectador. Negado a llamar a su trabajo arte, ya que considera que esa calificación no puede hacerla él mismo, el porteño se ve atraído por las figuras de los mandalas y sus bucles sin fin, sostenidos por su forma geométrica circular que plantea la infinitud de las líneas. Aquellas representaciones simbólicas de la espiritualidad son la base que toma para crear distintos objetos y personajes en sus cuadros.
Edgardo incorpora el apellido de su madre, Alba, como nombre artístico para honrar a sus dos familias, la materna y la paterna. A pesar de que esto genera una gran confusión no solo con su identidad, sino con su género, ya que muchas veces lo confunden con una mujer. “A veces me llaman y me preguntan si está la señorita Alba. Yo les digo que no, que se está afeitando”, responde entre risas el hombre que realiza obras multisensoriales, como él mismo las define.
El proceso creativo de Edgardo se divide en tres partes. Comienza con lo visual, dibujando varios mandalas que después adquieren una forma determinada y a los que luego procede a agregarles color. El artista justificó su elección: “Lo que es circular une porque no hay arriba ni abajo, sino que estamos todos en el mismo ruedo. Tiene que ver con una visión filosófica que tengo de la vida”.
Una vez realizado el boceto e incorporados los colores, interviene el cuadro con piedras, lentejuelas y diversos elementos que se utilizan en la industria textil, algo que aprendió de sus años de trabajo como artista de ropa industrial. El tercer y último paso queda en manos de su pareja, creativa y de la vida, Marcia González, quien aporta su voz para realizar una audiodescripción de la pieza.
El objetivo de estas obras multisensoriales es abarcar a un público inclusivo, en especial a los no videntes. “Ellos van generando imágenes en su mente, no necesariamente ven lo que yo he dibujado, pero sí sienten a través de sus manos y lo acompañan con la voz y los sonidos de la descripción”, contó Alba con base en su experiencia luego de trabajar con la Asociación de Ayuda al Ciego (ASAC) en Buenos Aires, su provincia natal.
Amante de los cafetines enmarcados con firuletes, las luces de la ciudad y las noches de furia porteñas, Edgardo se crió en el barrio de San Telmo. Sin embargo, se mudó a Potrero de los Funes hace poco más de dos años, atraído por un sentimiento que lo guía tanto en su arte como en su vida personal: la pasión.
Cuando Marcia le propuso venir a vivir a San Luis, AlbaGentile no dudó en decirle que sí. “Ella ya había vivido acá y decidí acompañarla porque la felicidad se construye colaborando en hacer cosas que al otro también lo hacen feliz. Esa es mi forma de manejarme en casi todos los aspectos de la vida”, resumió.
Otro de los motivos que lo atrajeron a San Luis fueron sus orígenes profundamente enraizados con la provincia. “Mi abuelo era puntano, don Alba. De hecho, nuestro apellido figura en el Hito de la Puntanidad”, resaltó.
Al poco tiempo de establecidos, Marcia y Edgardo decidieron ponerse una galería llamada “Energía Creativa”, ubicada en Avenida del Circuito y el Acceso 12. Allí difunden no solo sus obras, sino las de otros artistas locales.
“Tengo la suerte de compartir, además de la vida personal, la pequeña muestra que va dejando cada uno en el arte. Eso es, por sobre todas las cosas, maravilloso, porque poder compartir como artistas nos hace acompañarnos y apoyarnos”, finalizó sobre su relación con Marcia, que converge y se potencia por la combinación entre lo personal y lo creativo.


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