En San Luis la demanda para arreglar celulares aumentó hasta un 50%
Los puntanos estiran el uso de sus equipos antes de adquirir móviles nuevos, cuyo valor es muy elevado.
Ante la suba de los precios de los celulares, la mayoría de los puntanos optan por arreglarlos antes que adquirir uno nuevo. Así lo comprobó El Diario de la República en un sondeo que hizo por casas que realizan servicios técnicos en la ciudad de San Luis. En los locales del rubro indicaron que la demanda creció hasta un 50 por ciento.
El encargado del negocio ubicado en Rivadavia antes de Lavalle, Leandro García, comentó que ante la falta de ventas de teléfonos nuevos, el trabajo en el taller creció notablemente con las reparaciones. “Antes los clientes venían y se llevaban uno nuevo, ahora directamente no lo piensan y lo arreglan”, dijo García, quien señaló que por lo general lo primero que se rompe son los módulos de pantallas y los pin de carga. Indicó que cambiar el primer ítem puede salir desde $4 mil hasta $50 mil, con precios que variarán de acuerdo al modelo, mientras que el segundo se puede encontrar a partir de los $1.500 y hasta los $5 mil.
“A los modelos más nuevos se les cambia la placa de carga completa y eso encarece su valor”, detalló el encargado. Los que quieran comprar un teléfono nuevo tendrán que contar con unos buenos pesos, ya que uno básico tiene un valor aproximado de $20 mil, mientras que por uno de alta gama se puede pagar hasta $250 mil. “Los arreglos subieron un 50 por ciento; esto en gran medida equipara la falta de venta de nuevos equipos”, dijo.
La misma situación se repite en el comercio ubicado en Rivadavia entre Lavalle y Pedernera. Su propietario, David Alaniz, manifestó que aunque los valores de los repuestos han sufrido incrementos, sus clientes de igual modo buscan arreglar sus móviles, dado que les resulta mucho más accesible que comprar uno nuevo. Destacó que cambiar la pantalla de un Iphone 6 es más barato que en el caso de un Samsung A10 o un Motorola, dado que en muchos casos estas últimas son curvas y es más difícil encontrarlas.
Otra de las piezas que se rompen con facilidad es el sistema de carga. Aseguran que cambiarlo sale desde $1.500 en adelante, una batería de un teléfono básico cuesta unos $1.100. “Para que dure más la batería hay que cargarlo toda la noche”, dijo, y subrayó que en su caso las reparaciones en general crecieron un 30 por ciento.
El dueño del comercio que está en Rivadavia antes de Lavalle, Alan Parra, comentó que el boom de los arreglos empezó el año pasado al inicio de la pandemia, luego se estabilizó, y ahora empezó a moverse nuevamente. “En un principio tuvimos problemas para conseguir repuestos, dado que muchos vienen del exterior. Tampoco entraban los equipos”, señaló Parra, quien remarcó que el trabajo de taller le ayudó a mantener el local durante estos meses difíciles para la economía.
Redacción/ MGE


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