En la actualidad, más de cien países en el mundo se han convertido en dependientes de sus exportaciones de productos básicos, lo que tiende a hacer que esos países sean más vulnerables a los choques económicos negativos, como fluctuaciones importantes en los precios.
El resultado puede ser “un impacto negativo sobre el valor de las exportaciones y los ingresos fiscales y así perjudicar el desarrollo de un país”, analizan los especialistas.
Un país depende de las exportaciones de productos básicos cuando representan más del 60 por ciento del valor total de sus exportaciones de mercancías, y la mayoría de los países que así eran dependientes hace una década continuaban siéndolo en el período 2018-2019.
El valor de las exportaciones mundiales de productos básicos alcanzó 4,38 billones (millones de millones) de dólares en 2018-2019, un aumento de 700.000 millones (20 por ciento) en comparación con 2008-2009.
Los grandes importadores, con el 40 por ciento de todas las compras de productos básicos a nivel global, fueron China (14 por ciento del total mundial), Alemania, Japón, Estados Unidos e India, que entre 2009 y 2019 desplazó a Países Bajos de la quinta posición.
Los combustibles conservaron una posición dominante, aunque pasaron del 63 al 54 por ciento del total de exportaciones de productos básicos entre el bienio 2008-2009 y el 2018-2019, y la caída de los precios significó para los exportadores de ese rubro una merma del 22 por ciento en sus ingresos.
En cambio, las exportaciones agrícolas repuntaron, pasando de 380.000 a 751.000 millones de dólares entre uno y otro período, lo que se atribuye a mayores volúmenes exportados, y las mineras pasaron de 628.000 a 902.000 millones de dólares, lo que obedecería a mejores precios para los metales.
De acuerdo al último estudio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), se estableció que 38 países son dependientes de las exportaciones de productos agrícolas, 12 de las mineras y 31 de los combustibles. La dependencia afecta principalmente a los países en desarrollo, con 87 de los 101 casos en el último período considerado.
La dependencia es muy marcada en África y Oceanía, ya que en más de tres cuartas partes de los países dentro de estas dos regiones las exportaciones de productos básicos representan más del 70 por ciento de los ingresos totales de las exportaciones de mercancías.
La alternativa para los países en desarrollo, de acuerdo con la Unctad, es “aumentar su capacidad tecnológica para escapar de la trampa de los productos básicos que deja a la mayoría de sus poblaciones en la pobreza y la vulnerabilidad”.
En un mundo que busca estabilizarse luego del brutal impacto de la COVID-19, la exportación de productos básicos es un dilema económico, que obliga al 50% de los países, a encontrar alternativas que saquen a sus sociedades de la vulnerabilidad y la desigualdad.


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