El comercio mundial enfrenta un escenario crítico, a raíz de las perturbaciones en las rutas comerciales del mar Rojo, el mar Negro y el canal de Panamá, con impacto sobre los costos en el transporte de energía, alimentos y otros bienes.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) afirmó que los ataques al transporte marítimo del mar Rojo “añaden tensiones a un contexto de perturbaciones del comercio mundial debido a la geopolítica y al cambio climático”.
La situación en el mar Rojo, que separa África de la península Arábiga y es la vía para ir del océano Índico al mar Mediterráneo a través del canal de Suez, es agravada por la guerra entre Rusia y Ucrania que impacta al mar Negro, así como por la sequía que merma la capacidad para el tráfico marítimo en el interoceánico canal de Panamá.
Desde noviembre de 2023 las fuerzas hutíes (milicia árabe chiita que controla una parte de Yemen) dirigen ataques contra los buques que cruzan el mar Rojo, para perjudicar a Israel y a quienes lo respaldan.
Como réplica, naves estadounidenses y británicas lanzaron ataques contra emplazamientos hutíes, a la vez que derriban los drones y misiles enviados contra los buques en tránsito.
El resultado es que cada vez más unidades de transporte marítimo abandonan esa ruta que conecta los mercados de Europa, Asia y África.
La Unctad estimó que el volumen del comercio por el canal de Suez —que en 2023 gestionaba entre el 12% y el 15% del comercio mundial— ha caído un 42% en los últimos dos meses, mientras los buques comerciales toman otras rutas, como el largo rodeo que bordea el continente africano.
La grave sequía que azota el canal de Panamá, otra ruta clave para el comercio mundial, agrava la situación. El nivel del agua alcanzó su punto más bajo en décadas, lo que redujo drásticamente el número y el tamaño de los buques que pueden transitar por esa vía entre los océanos Atlántico y Pacífico.
El mes pasado, el total de tránsitos por el canal de Panamá fue 36% inferior al de hace un año y 62% inferior al de hace dos años. La menor capacidad del canal tendrá efectos duraderos en las cadenas de suministro.
En el caso del mar Negro, crecieron los riesgos para la navegación comercial por la guerra que ya lleva 23 meses desde que fuerzas rusas invadieron Ucrania, lo que afecta el mercado mundial de cereales, aceites comestibles y fertilizantes, e impacta en los precios y suministros para consumidores en Europa, África y el Medio Oriente.
El comercio marítimo transporta alrededor del 80% de las mercancías del comercio mundial.
Si en el mar Negro está en riesgo el comercio de cereales de los buques graneleros, en el mar Rojo y el canal de Panamá, el transporte de contenedores enfrenta un reto importante.
Los primeros datos de 2024 revelan que más de 300 buques portacontenedores, con más del 20% de la capacidad mundial de contenedores, fueron desviados del canal de Suez.
Además, el aumento de 500 dólares de las tarifas del transporte de contenedores durante la última semana de diciembre fue el mayor incremento semanal jamás registrado. Las tarifas del transporte marítimo de contenedores desde Shanghái (China) subieron 122% desde principios de diciembre: a Europa subieron hasta 256% y a la costa oeste de Estados Unidos, 162%.
Ese es el impacto global de la crisis, ya que los buques buscan rutas alternativas, evitando los canales de Suez y Panamá.
La Unctad estimó que la mitad del aumento de los precios de los alimentos observado en 2022 ocurrió por el encarecimiento del transporte.
El tránsito de los buques petroleros descendió un 18%, y el de los graneleros de carga seca —que transportan, por ejemplo, cereales o carbón— descendió un 6%. Mientras que los que transportan gas natural licuado dejaron de transitar.
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