"Mientras más fulero el panorama, más ganas de hacer teatro de humor tengo"

Es muy especial para José Luis Serrano esta temporada de verano en la que se decidió a hacer teatro en Merlo con su personaje icónico, “Doña Jovita”. Por varias razones. Pero la más trascendente es que la abuela que hace 38 años divierte a los argentinos pudo tener la génesis en el norte de San Luis.

“Los nacidos y criados en el Valle de Traslasierra tenemos una hermandad entrañable con el norte puntano y su cultura”, dijo Serrano en una entrevista con El Diario de la República en la que habló del origen de Jovita.

Serrano y “Doña Jovita” confluyen en “Quitapenas”, el espectáculo “que podría durar más de cinco horas”, pero culmina a los 90 minutos luego de una antología de relatos, canciones, chistes y humor que salieron a relucir este año. Estará en cartel todos los sábados a las 22:30 en la sala “Amigxs de Merlo”.

El actor consideró que la abuela cantora tiene mucho que ver con su primera infancia, cuando todos los veranos los pasaba en una finca enclavada entre Las Palomas y los Cajones, en la casa de unos familiares muy queridos. “Toda esa impronta regional, que ahora manifiesto a través de la expresión teatral, sin duda viene influenciada de momentos de gran intensidad emocional, compartida con primos, tíos y gente del lugar, allí, en el norte puntano”, comentó el actor. 

Y fue un poco más allá en la relación de Jovita con San Luis: “La forma de hablar, la tonada, los conocimientos, el vínculo con el monte nativo y sus habitantes, los regionalismos y todos los tesoros culturales que se transmiten de generación en generación los he vivido de manera visceral en la provincia de San Luis, tanto como en Villa Dolores y la región”.

Apasionado de lo propio (sean canciones, humores, picardías), Serrano dijo que “nuestra identidad popular está metida en mi corazón para siempre”.

Por eso, al regresar a Merlo, el actor tiene la sensación de volver a su casa. Antes de la existencia de doña Jovita, Serrano cantó en la localidad y hasta fue premiado como Mejor solista en el Festival del Valle del Sol de 1979.

No es la única relación que tiene con la localidad del Valle del Conlara. La poesía de Antonio Esteban Agüero y algunos amigos entrañables no hacen más que reforzar un vínculo perdurable.  De hecho, para reflejar la realidad del país, José Luis citó al poeta merlino: “La golondrina no me invita al viaje”, recitó.

“No envidio nada de las grandes potencias, porque tristemente tienen a sus habitantes en una especie de letargo, esclavitud del consumo o del paradigma de las guerras”.

Como sea, el actor cree que en estos tiempos el teatro es indispensable como actividad humana porque “cura el alma” más allá de los resultados o de la taquilla. “Cuanto más fulero es el panorama, más ganas tengo de hacer teatro de humor”, concluyó.

Para Serrano, la temporada en Merlo es un verdadero desafío, “pero a la vez me encanta hacer esto como una travesura, que no es otra cosa que el humor. Un estado de picardía en el alma, para compartir las ganas de seguir adelante, de tener esperanza. Siento que la gente quiere a Doña Jovita y yo tengo la responsabilidad de sostener el personaje para que nunca deje de sorprender”.

Para mantener la energía en la temporada, “Jovita” estará durante el resto del verano solo en algunos festivales, aunque con la probabilidad de hacer alguna escapada a San Luis, Villa Mercedes o Cortaderas.

“Merlo es un verdadero ejemplo de diversidad cultural, sin perder nuestra identidad podemos compartir muchas expresiones artísticas que proponen los nuevos habitantes de esta ciudad tan bella”, dijo el actor que en “Quitapenas” se animó por primera vez a mostrar su rostro al público.

“En realidad –contó- es algo que decidí hace 29 años, pero ahora me animé a presentarlo en público teatral. Antes lo hacía solo en algunos colegios, en las cárceles y en los centros de recuperación de adictos a la droga”.