SAN LUIS - Miércoles 08 de Mayo de 2024

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Bovinos con identificación electrónica

Por redacción
| 12 de octubre de 2014
Crótalo electrónico. Tiene un código numérico compuesto por quince dígitos. Los tres primeros indican el país de origen y el resto corresponden a la identidad del bovino.

La llegada de las caravanas electrónicas para identificar rodeos promete revolucionar la ganadería sanluiseña. Un microchip y un lector es todo lo que hace falta para agilizar los trabajos en manga, alcanzar una mayor rapidez y precisión en la toma de datos, y reducir el estrés animal. Además, esta tecnología ayudará a reducir el papeleo y los errores frecuentes en la identificación manual. El sistema es de fácil implementación y uso y con un costo acorde a sus beneficios. En pocas palabras, una herramienta para que el productor pueda tomar mejores decisiones y aumentar la rentabilidad de sus campos.

 

Los crotales electrónicos pueden ser abiertos o cerrados. Los primeros son usados en sistemas de engorde a corral; los otros, en producciones de tipo ciclo completo.


La responsable de introducir esta tecnología en San Luis es la firma SAV (Servicio y Asesoramiento Veterinario), que ya la empezó a ofrecer a sus clientes a través de pruebas pilotos en lotes reducidos. También el Ministerio del Campo incorporó esta tecnología en el Plan Toro, que arrancó en abril en el departamento Dupuy con pequeños productores. Revista El Campo visitó La Invernada, un campo ubicado en la zona de El Amparo, y cuyo propietario, Juan Carlos Rosso, accedió a utilizar caravanas electrónicas en 200 animales bajo un sistema de engorde a corral (ver: pág. 6).

 


"En este campo en particular empezamos la experiencia hace dos meses, con dos corrales, pero la idea más adelante es tener todo el rodeo chipeado", comentó Sebastián Peracchia, gerente comercial de SAV.

 


Pero antes de avanzar sobre las bondades de esta tecnología conviene entender en qué consiste y cómo funciona el sistema de caravanas electrónicas. Básicamente, se trata de un sistema de identificación mediante radiofrecuencia (RFID) que permite al productor obtener de forma rápida la información de registro de cada animal mediante un microchip alojado en el interior de una caravana de plástico. Un lector almacena todos los datos relevantes -por animal o por tropilla- en un software que luego permite la confección de planillas sobre hojas de cálculo (tipo Excel). 

 


En su exterior, la caravana electrónica es similar a la que utiliza el Senasa como registro oficial, aunque la electrónica posee una identificación numérica indeleble, compuesta por quince dígitos, de los cuales, los tres primeros representan el país de origen (982, en el caso de Argentina) y el resto corresponde al "documento de identidad" del animal, que es un número único y universal. Vienen en dos tamaños: 30 milímetros de diámetro (para bovinos u otros animales grandes) y 25 milímetros (para ovinos, caprinos, porcinos). El tiempo de vida de los dispositivos es de entre 10 y 12 años.

 


Peracchia explicó además que existen dos tipos de caravanas electrónicas: abiertas y cerradas. "La primera es reutilizable y su principal aplicación es en feedlots, ya que permite recabar información durante todo el tiempo que dure el engorde (raza, propietario, establecimiento, edad, etcétera), y una vez que finaliza, el productor puede sacrificar el "macho" -parte posterior del botón- y recuperar el chip para reasignarlo a otro animal y volver a usarlo en otra tropa", describió.

 


La cerrada es similar a la que utiliza el Senasa, y se emplea en producción de ciclo completo. Este es el tipo de caravana que utilizó el Ministerio del Campo para el Plan Toro que lanzó en abril en Dupuy, entre pequeños productores.

 


Además, hay dos tipos de tecnología disponible. La que ofrece la empresa SAV posee un recubrimiento especial que impide que sea afectado por interferencias electromagnéticas. "Esto está diseñado especialmente para tambos, donde puede haber transformadores o antenas que afecten el funcionamiento", observó Peracchia.

 


En cuanto al lector, es un dispositivo muy fácil de usar, que permite una lectura del chip a una distancia de entre 20 y 40 centímetros, aunque con la ayuda de una antena se puede utilizar desde una distancia mayor.

 


Los principales proveedores de estos insumos en el país son las firmas AllFlex y Datamars, que trabajan principalmente con tambos y feedlots. Ellos fabrican los botones y chips así como también los lectores, que tienen compatibilidad entre sí. En San Luis, donde no hay muchos tambos, esta tecnología muestra ventajas sobre todo en sistemas de engorde a corral, para realizar seguimientos pormenorizados de las ganancias diarias con un sistema integrado de balanza electrónica.

 



Empezar a cargar los datos

 


Para comenzar a trabajar con los crótalos electrónicos, primero hay que generar un "evento" en el mismo software del lector. Una vez que el número de identificación electrónico está cargado en el sistema (y asociado a la caravana oficial del Senasa), se puede generar un nuevo evento y comenzar a cargar datos específicos, como por ejemplo, condición corporal, si está preñada o no, calidad de la preñez; y en el caso de los toros: circunferencia escrotal.

 


"La creación de estos parámetros son sólo para la carga inicial, ya que luego sólo es cuestión de actualizarlos", explicó Parecchia. Después, a través de una conexión USB, el lector transmite los datos a una computadora donde está instalado el software, y luego esa información es volcada a una hoja de cálculos. Pero la manipulación de datos no termina allí. El equipo de SAV trabaja en el desarrollo de un software para poder subir toda la información a la página principal de la empresa y que el productor pueda ingresar con nombre de usuario y contraseña y realizar sus consultas.

 


"De este modo vamos a poder elaborar estadísticas y promedios que ayuden a tomar decisiones para maximizar la eficiencia e incrementar la rentabilidad", señaló el gerente comercial de la firma.

 


La implementación no fue ni improvisada ni azarosa. Antes de adoptar esta tecnología, el equipo de SAV realizó un viaje de capacitación a Uruguay, donde el caravaneo electrónico se utiliza en todos los rodeos del país, de forma unificada con el organismo sanitario. Además, el año pasado ya habían conocido el modelo australiano en un viaje organizado por la Fisal, donde esta tecnología tiene pleno uso en todo tipo de establecimientos ganaderos.

 


 En cuanto a los costos, la firma señaló que por el momento la implementación del sistema y la carga inicial de datos, tiene un valor de 6 dólares por caravana, aunque consideraron que esta suma, prorrateada en el transcurso de los 10 años que dura el sistema, es ínfima, si se tiene en cuenta los beneficios económicos que le reportan al ganadero.

 


En relación al manejo de los rodeos, una de las principales ventajas que ofrece este sistema es que disminuye el estrés del animal y contribuye a su bienestar, ya que evita el contacto humano. "El veterinario o el productor no tiene necesidad de tocar al animal ni tironearlo de la oreja para rescatar la información. Al estar menos estresado, el animal obtiene un mejor rendimiento final, ya que su carne no tiene golpes o machucones productos de golpes o caídas (esos trozos por lo general son descartados en los frigoríficos)", dijo Peracchia.

 


Además, el seguimiento de un historial de la vaca, con ecografías a los treinta días y tactos, permite averiguar cuáles están preñadas por inseminación y cuáles por toros, y precisar de esa manera qué toro tuvo el mejor índice de preñez. Y también permite saber al instante qué toro está vacunado, en el caso de animales comprados en diferentes lugares.

 


Pero para el médico veterinario, Emilio Huguenine, director de SAV, las ventajas no se circunscriben al rodeo interno: "Hablamos también de una política de 'tranqueras afuera'. Con un avance en la implementación de este sistema, San Luis está más preparada para conquistar mercados más exigentes, como el europeo, que exigen completa trazabilidad de sus productos", consideró.

 



Una herramienta para el blindaje

 


El ministro del Campo, Felipe Tomasevich, contó que ya en el lanzamiento del Plan Toro, en el departamento Dupuy, empezaron a implementar la trazabilidad bovina con monitoreo electrónico en los productores más pequeños. "Esta es una herramienta más de la política estratégica de San Luis, la del blindaje sanitario. Y seguro, con el tiempo, iremos incorporando categorías más grandes para ir sumando a todos los toros de la provincia", agregó.

 


El titular de cartera destacó las ventajas operativas, sanitarias, de control y seguimiento de las caravanas. "Con esta información fidedigna e inviolable tenemos mejores herramientas para analizar las tendencias de nuestros planes sanitarios".

 


Y señaló que esta tecnología es más apropiada que los chips subcutáneos. "En algún momento también se quiso implementar este sistema de control, pero la Unión Europea comenzó a objetar su uso ya que descubrieron casos en los que este chip podía mudarse dentro del cuerpo del animal, en algunos casos hasta el cuello, en cambio la caravana es un órgano externo que no afecta en absoluto la seguridad alimentaria", precisó.

 


El ministro también dejó en claro que la idea no es generar nuevos sistemas de control sino obtener la autorización del Senasa para que la provincia pueda ir reemplazando de forma ordenada caravanas de trazabilidad que están vigentes desde 2006.

 


Respecto a la resolución de la AFIP, que salió en julio, y que decía que a partir del 1º de enero todos los rodeos ganaderos debían estar identificados electrónicamente, opinó que es de imposible aplicación. "Es una visión que no compartimos y demuestra que los funcionarios no tienen conocimientos técnicos y prácticos de la realidad agropecuaria argentina. Para nosotros, el país tiene que ir en esa dirección pero con un proyecto a mediano y largo plazo y con una metodología ordenada", expresó.

 


Por eso, la provincia ya creó y patentó la marca "San Luis Carne", "para cuando las condiciones políticas y económicas del país permitan la venta al exterior", dijo Tomasevich. Y ejemplificó: "Tampoco será extraño que dentro de un par de años tengamos en los remates de reproductores a Cosafi controlando la identificación electrónica de los animales y brindando la correspondiente seguridad alimentaria".

 


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