El Flaco Aumada decepcionó y perdió por descalificación

Decepción. Papelón. Impotencia. Son adjetivos que le quedan bien a lo que hizo el Flaco Aumada en la pelea por el título argentino ante Alejandro Valori. El puntano perdió por descalificación en el séptimo round.

El Ave Fénix estaba como en las épocas de gloria de GEPU. Casi seis mil personas le dieron vida a la "Pelea del Año", pero fue el fiasco del año.

 

La pelea terminó al minuto 34, en el séptimo round.

Para conseguir un objetivo en la vida o en el deporte hay que tener un plan. Y Aumada no tuvo ni plan ni estrategia de pelea. No usó nunca el jab para aprovechar su mayor alcance de brazos. En la previa dijo que le iba a tirar mazazos no piñas, y fue cierto, pero los mazazos fueron al aire, no al cuerpo de Valori.

 

Al puntano no se le cayó una idea. Sabiendo que la pelea era en el peso del campeón, es decir 90 kilos, el Flaco tendría que haber salido a trabajar, no a buscar todo en una mano, porque el nocaut se trabaja y es consecuencia "de", no siempre llega con una mano. Tiró mucho. Acertó poco. Malgastó su energía. Se ahogó y no pudo cambiar el aire. Cuando vio que el combate se estiraba comenzó con las pantomimas. Primero tiró el bucal. Después se quejó de cabezazos y golpes a los riñones. Nunca, pero nunca, llegó la orden del rincón de que boxeara y que se dejara de protestar todo, porque eso agrandó al adversario, que comenzó a ir a buscarlo. Valori se dio cuenta que Aumada estaba nervioso y lo fue a buscar, probó la mano del sanluiseño, se dio cuenta que no tenía potencia, producto del peso en el que se hizo el duelo y porque el boxeador de San Luis no está acostumbrado a peleas de largo aliento. Pasaron los asaltos y las chances del Flaco fueron decayendo y las posibilidades del campeón cotizaban en bolsa.

 

Hasta que llegó el séptimo round. Una mano de Valori dio de lleno a la altura de la faja del pantalón de Aumada, que simuló un golpe bajo. El árbitro detuvo la pelea. Dejó que se "recuperara" el puntano. Lo llevaron al camarín, el doctor lo examinó, no constató lesión y el sanluiseño fue descalificado. Valori levantó los brazos y se terminó la película.

 

Estaba todo dado para que sea una gran fiesta. Lleno total. Televisación de TyC Sports. Grandes duelos en la previa, pero falló el actor principal: el Flaco Aumada. En la previa prometió noquear a su rival. Valori, de perfil bajo, nunca dijo nada. Y a la hora de hablar en el ring, el que prometió no cumplió. Y el calladito, con poco, se quedó con la gloria.

 

La derrota es un resultado que está entre las posibilidades en una contienda deportiva, pero el tema es cómo se pierde. Si Aumada perdía con las botas y los guantes puestos, la gente lo hubiera reconocido. Pero el Flaco eligió darle otro final a una novela que lo tenía como el actor principal y quedó como actor de reparto.

 

Una mala noche la puede tener cualquiera, pero para ser campeón se necesita fuego sagrado. Aumada no lo tuvo. Decepcionó a sus seguidores que creyeron en él. Y ahora tendrá que hacer muy bien los deberes para levantar el aplazo.

 

El boxeo de San Luis estuvo mucho tiempo en terapia intensiva. De a poco estaba saliendo y pasó a una sala intermedia; y cuando tenía la chance de tener el alta y pasear libremente; apareció una recaída que lo hace que retroceda.

 

Aumada sabe que estuvo mal. No sólo por no tener una estrategia clara y errar el camino, sino por la forma en la que eligió perder. Una lástima.

 

La definición llegó al minuto ´34”, en el séptimo round, cuando el combate ya se había tornado confuso y trabado. Aumada, que no logró recuperarse, cayó de rodillas ante un supuesto golpe bajo de Valori, que algunos acusan fue en el cinturón. Tras unos minutos en la lona, el árbitro pidió que el puntano fuera examinado por el médico, pero el profesional no encontró la lesión que decía y el púgil fue descalificado.

 

Un Ave Fénix vestido de fiesta aplaudió  a Valori, que vuelve a casa con el cinturón que no dejó que le arrebataran.