La mala suerte de Luis Giraudo, el devoto de la motosierra que gastó millones en Dubai
El secretario provincial de Personas con Discapacidad sigue en el ojo de la tormenta. Intriga por saber cómo se filtraron las fotos de su cuantioso viaje.
Las imágenes se hicieron virales en febrero de este año y están armadas con lógica, visión y honestidad brutal –muy brutal- libertaria. Luis Giraudo sale de su casa en Villa Mercedes y simula que se encuentra en la puerta de su casa una motosierra, símbolo inapelable del recorte mileísta. La mira, la estudia, se acerca a ella y dice: “Una de estas necesito”. Y de inmediato, sonrisa guasona, la pone en funcionamiento.
El poder de la metáfora pudo ser leído como lo que sucede en la práctica: un atroz recorte a las políticas de ayuda a las personas con discapacidad que el Secretario Provincial de Personas con Discapacidad celebró con su cínica puesta en escena. De hecho, el viernes pasado un grupo de familiares a cargo de niños, jóvenes y adultos llegó hasta las oficinas de DOSEP para manifestar su disconformidad con la política de salud que se lleva adelante con ese sector de la población.
El contrapunto, lacerante, es lo que Giraudo también lleva a la práctica al gastar millones de pesos del Estado en un viaje que primero tenía como destino Israel. Pero como Luis tiene tanta mala suerte, justo cuando estaba por llegar, el país entró en guerra y cerró su espacio aéreo. Como Luis tiene tanta mala suerte, tuvo que quedarse en Dubai, una de las capitales más lujosas del mundo. Como Luis tiene mala suerte se alojó un par de días en un hotel de primera categoría del emirato. Como Luis tiene tanta mala suerte, todo se lo pagó el Estado nacional.
Ojalá cambie rápido la suerte de Luis. Por su bien y por el de los discapacitados de la provincia.
Pero hay otro aspecto que profundizaría la yeta del secretario. En Villa Mercedes, la tierra donde supo conquistar algo de poder político, lo ven como un potencial candidato a intendente que, de acuerdo a los votos conseguidos en las últimas elecciones, puede aspirar a destronar al peronista Maximiliano Frontera. Algunas fuentes que conocen la escena mercedina no dudan sobre la apreciación que algunos miembros del riñón de Claudio Poggi tiene sobre su funcionario: “Creen que Giraudo los va a traicionar por los coqueteos constantes con los libertarios”.
Previsores ante el posible despegue de Luis de la administración central, los operadores poggistas habrían puesto los escudos previsores de la manera que mejor les sale: atacando por medio de los medios de comunicación.
Cuando a mediados de mes un portal nacional publicó las fotos de Giraudo y unas diputadas libertarias en Dubai, pocos advirtieron que el sitio periodístico es uno con que el Gobierno Provincial tiene aceitada relación merced a los buenos millones que gasta en publicidad allí. En la continuidad de esa lógica, los analistas creen que los soldados de Poggi planearon el escrache a su propio secretario para marcarle la cancha y ponerle un freno a las aspiraciones de Luis de desbancar a “El Maxi”, como Frontera, con génesis albertista, se hace llamar en Villa Mercedes.
Sin ser alocada, la teoría conspiracionista que realzan esos conocedores del plano político en la ciudad de la Calle Angosta ya tienen nombre y apellido del traidor que habría negociado la difusión de las imágenes de Luis en Lapoliticaonline. Sospechan de Diego Masci, secretario de Comunicación del Gobierno Provincial.
Sabido es que Masci es un leal pollo poggista capaz de bajarse cualquier prenda de vestir en obediencia a su jefe. En el amplio proceder hipotético que tendría el secretario de prensa, hundir a Giraudo (quien lo considera su amigo al punto que una de las pocas fotos con funcionarios que decoran el Facebook de Luis es con Diego) no le habría causado demasiadas atribulaciones. Allí fue, ciego y sordo, a pedir a sus clientes que publiquen la foto.
En el mundo de la política, la traición es un condimento mucho más común, mucho más cotidiano que en la vida familiar. Por ende, se perdona con más facilidad. Y posibilita algunas conductas que siempre regresan. Luis Giraudo es hermano de José Giraudo, secretario de Asuntos Institucionales y Enlace parlamentario, un cargo creado por el gobierno actual con la única función de comprar voluntades de legisladores que asumieron en la gestión anterior para obtener la mayoría en las cámaras. Una traición más otra traición más otra traición.


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