No hay gas, así que no hay trabajo”, se quejó Carlos, un gasista con más de 10 años de experiencia y que sostiene que cada vez son más las trabas burocráticas para que la empresa Ecogas apruebe una instalación o “hacen pedidos absurdos de cómo debería ser tal o cual caño”. Los gasistas de San Luis, consultados por El Diario de la República se mostraron molestos porque consideran que sus puestos de trabajo se ven perjudicados y aseguraron que actualmente las autorizaciones para fines comerciales, como una rotisería, están suspendidas.
"Ecogas te exige normas que en otras provincias no existen. Es una tontería"
“Vos vas y te dicen que no hay gas para los negocios”, acusó un gasista, que pidió reserva de su nombre. El mismo trabajador contó que tiene un cliente que construyó ocho departamentos y que sólo le autorizan la instalación en uno.
“Vos tenés que contar con todos los planos pero sólo miran al que van a habilitar. Para inspeccionar el resto tenés que llamar a una empresa de Buenos Aires, Córdoba o Mendoza y te cobran dos mil pesos por cada departamento”, comentó.
Los gasistas advirtieron que, más allá del costo que hoy tienen las habilitaciones, al que construye le conviene inspeccionar sus obras de una vez, ya que estiman que en el futuro las cifras serán mayores.
Los gasistas dicen que Ecogas sólo acepta trámites para domicilios donde habilitan nada más que una cocina y un calefón.
Osvaldo, con 15 años de experiencia como gasista, explicó que la falta de inversión en el sector derivó en estas decisiones de definir qué obras se aprueban. Él sufre con estas trabas. Los caños para realizar un conducto son de Epoxi (un material tradicional para el sector) o de plástico y las demoras provienen por el área técnica.
“Ésta es una política a la que no le encontrás las formas. Te exigen normas que en otras provincias no existen. Es una tontería, y muchas veces tenemos que hacer un doble trabajo de gasista y albañilería”, opinó el trabajador.
Cada gasista matriculado que realiza una obra se encarga de los trámites y luego el cliente sólo va a las oficinas de la compañía a firmar el contrato. Según contaron los trabajadores el problema radica en que los turnos de inspecciones se entregan a los 15 días, y con suerte, ya que los empleados de la firma deben constatar que se utilizan las herramientas y el material correcto.
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