El Parque Solar Fotovoltaico de San Luis tiene un funcionamiento especial. Los paneles están divididos en secciones y cada uno está compuesto por diez celdas solares, sostenidos con una infraestructura metálica y amurada al suelo con cemento para que el viento no los destroce. Los compartimientos cuestan cerca de 20 mil pesos y en su superficie tienen una cobertura de vidrio que si se triza, sigue funcionando. Lo único que podría detener su trabajo es que se rompa la parte metálica, que es la conductora de los rayos del sol.
A su vez, cada uno está interconectado con cables, con polarización negativa y positiva, y desembocan en el suelo donde están las cajas que contienen la energía.
Las celdas solares reciben el calor del sol, la transforman en electricidad y generan una pequeña corriente que va hacia un inversor, ubicado en una sala. Así se transforma en energía alterna que es la utilizada para consumir en los hogares.


Más Noticias