El hospital de El Trapiche también en estado lamentable
Falta parte de los techos y no hay agua potable. Hay denuncias porque obligan a los encargados de limpieza a baldear a las seis de la mañana y el agua se congela en los ingresos.
El hospital René Favaloro de El Trapiche no está afuera de los severos problemas edilicios que enfrenta la salud pública en la provincia. Con un agravante que hace que el malestar de los empleados y pacientes sea aún mayor: todos los lunes y viernes, a las seis de la mañana, con el frío intenso de la primera mañana, los encargados de limpieza deben baldear la vereda.
Esa acción que podría hacerse en horas más adecuadas no solo representa un peligro de enfermedades respiratorias para los empleados sino que también es un latente problema para los visitantes, debido a que el agua se congela en las veredas y puede provocar caídas y accidentes.
Otro hecho reciente también fue un peligro provocado por las autoridades del hospital. El jueves por la mañana, la directora mandó a los encargados a quemar basura en un descampado que está detrás del hospital y por poco no se generó un incendio forestal que hubiera sido muy difícil de controlar.
Pero esos hechos puntuales son parte de un problema aún mayor que mantiene al hospital con inconvenientes edilicios y de servicios. Por ejemplo, no hay agua potable en el lugar por lo que los empleados deben llenar bidones en la Municipalidad de El Trapiche o en una radio que está cerca.
Algunos empleados del hospital se quejaron, además, por el maltrato al que son sometidos e incluso mantuvieron reuniones con la directora para manifestarle su inquietud, pero la situación no cambió.
Los problemas edilicios son más generales e incluyen techos rotos, humedad en las paredes y una decisión tomada por la dirección de sacar partes de la construcción de un consultorio para colocarlas en otro.


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