SAN LUIS - Sabado 28 de Junio de 2025

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Un detenido y allanamientos por el asesinato de un anciano

Por redacción
| 10 de abril de 2014
| Foto: Alejandro Lorda

Eran contados los vecinos que no estaban en las veredas de la cuadra comprendida en Paraguay al 1000, a pesar de que eran las 02:30. Los destellos de las balizas les pintaban las caras de azul en la oscuridad: la Policía estaba en el barrio San Martín Norte y allanaba la casa de Juan Hernán Villavicencio Payé. En el apretado patio delantero de la vivienda inspeccionada, atrás de una reja negra estratégicamente cubierta con una media sombra de igual color, crece un paraíso. Y debajo de él, cinco tupidas plantas de marihuana. Pero el megaoperativo no era por el cultivo ilegal. En realidad, buscaban a Villavicencio Payé por el homicidio de Santos Videla, un jubilado de 80 años que fue golpeado y apuñalado para robarle, según presumen. Esta madrugada encontraron al joven y pertenencias de la víctima.
La gente de la zona conoce a Villavicencio Payé con el alias de “El Maire”, contó un investigador. Dijo que tiene un lazo de sangre con Jorge “Coco” Fernández Lehyton, sospechado por el homicidio del comisario Máximo Sosa. Villavicencio Payé, su mujer y sus hijos dormían cuando los efectivos irrumpieron. Mientras los investigadores requisaban la propiedad situada en Paraguay 1078, “los chiquitos se quedaron con unos vecinos que viven cerca y deben ser parientes”, supuso.
En la casa de “El Maire” encontraron dos tarjetas de crédito, una Visa y una MasterCard nuevas. Ambas eran de Videla, y tienen impreso su nombre, confirmó el comisario inspector Walter Contreras, jefe de la División Homicidios.
Los parientes del jubilado sabían que usaba tarjetas. Contreras dijo que en la inspección habían hallado una tarjeta Naranja, aunque desconocían si tenía otras. Los familiares habían advertido la falta de unos 500 pesos y una plancha a vapor. Ese elemento no fue recuperado ni en ese allanamiento ni en los otros tres que hicieron.
Uno fue en una casa ubicada en Bolívar al 1900, donde reside la abuela materna del chico de 15 años que el miércoles le confesó a la juez Carina Gregoraschuk que había matado a Videla. El otro, en una pequeña y precaria construcción de madera levantada en el predio de la ex estación de trenes, a unos 50 metros de la calle Bolívar. Por lo que contaron la mamá del adolescente y la Policía, la familia vive entre esos dos domicilios.
Y a partir de las 14 recorrieron la granja La Amalia, un predio del Ejército Argentino situado entre la calle Europa y los barrios que colindan con la ex ruta 7. Buscaban un arma de fuego y un cuchillo. No encontraron nada.
Dijo que lo mató solo
El adolescente declaró el miércoles, asumió toda la responsabilidad del asesinato y se fue a su casa. Por su edad, es inimputable y no queda detenido. Cuando la juez le preguntó si había ingresado solo, aseguró que sí. Dijo que había ido a la casa de Videla a pedirle plata. Contó que estaba muy “empastillado” y alcoholizado.
Refirió que el anciano, a quien conocía porque era vecino y solía darle dinero de vez en cuando, le abrió la puerta y él entró. La madre del chico dijo que el jubilado sacó un arma y estimó que lo hizo porque su hijo llegó en ese estado, intoxicado.
Los investigadores no le creen
El menor manifestó que el hombre efectuó un disparo al aire y él que  tomó un cuchillo. Explicó que apuñaló a Videla en medio de un forcejeo, y que se fue llevándose sólo el arma que empuñaba Videla y el cuchillo. Indicó que tiró esos dos elementos en la granja La Amalia. Son unas 300 hectáreas, la mayoría cubierta de malezas.
Las referencias que dio el adolescente no son exactas, aseveró ayer alguien que participó de la búsqueda. Los investigadores no le creen. “Declaró asesorado. Se ‘sacrificó’ para despegar al mayor que andaba con él”, conjeturó una fuente. Por eso supone que las coordenadas que dio son falsas.
El hermano de Videla encontró el cadáver el viernes 4 de abril,  cuando fue a visitarlo y llevarle mercadería. Antes de que el chico fuera a tribunales a confesar la autoría del homicidio, entre los vecinos comenzó a circular el rumor de que él y “El Maire” habían matado al anciano.
“Llegamos a ellos por el 'run run' de la calle, como se dice”, dijo ayer otra fuente. En las actuaciones están incorporados los testimonios de al menos cuatro vecinos que habían escuchado los comentarios de que Villavicencio Payé y el menor eran los ejecutores del hombre de la calle Bolívar. Y consta que hubo dos llamados al 911, que también daban cuenta de esa versión.

 


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