Enrique Paladini dice que no es amigo de Sergio Raúl Lombardi. Pero admite que volvía de una fiesta con el médico y la novia, María Cristina Lai, en la camioneta del dermatólogo, cuando fueron embestidos por el motociclista Lucas Ezequiel Lucero, que murió por el impacto, la mañana del domingo 8 de setiembre del año pasado.
En la declaración que dio hace unos días en el Juzgado Penal Nº 1, el testigo aseguró que su conocido tenía luz verde cuando entró por la calle Fray Mamerto Esquiú de Juana Koslay al camino de la Aguada de Pueyrredón. Por la avenida “bajaba” Lucero en su moto Bajaj Rowser 200 desde el boliche “Flay”, en San Roque, hacia su casa en la calle Roger Balet, de El Chorrillo. Lo acompañaba su vecina, Dahyana Ojeda, de 17 años.
Cuando Paladini busca poner distancia con Lombardi, con la afirmación de que no es su amigo, sino “un conocido” con el que se juntaba en algunas ocasiones, lo que pretende es mostrarse como un testigo hábil que, con un relato supuestamente desinteresado, aporta un dato “objetivo” a la investigación.
“Queremos reunir información para probar que le comprenden las generales de la ley”, afirmó ayer Carlos Salomón, el abogado de la familia Lucero.
“Paladini dice que pasaron en verde, pero otro testigo dice que cruzaron en rojo. Cuando terminen la pericia, va a quedar demostrado quién dice la verdad”, agregó.
Se refería al estudio que realizaron la experta en accidentología Mónica Checchi, contratada como perito de parte por la familia Lucero, y la licenciada Carina Bernal, del cuerpo técnico del Poder Judicial. Analizaron la secuencia del semáforo y los informes de las cámaras de seguridad instaladas en la zona y concluyeron que cuando Lombardi entro a la avenida hacía ya quince segundos que el semáforo estaba en rojo para él.
Las peritos pidieron que declaren el jefe del Programa Innovación Tecnológica del Ministerio de Seguridad, Nicolás Anzulovich, responsable del control de las videocámaras de seguridad, y Miguel Ángel Tacón, encargado, en la Municipalidad de Juana Koslay, del funcionamiento de los semáforos.
“Anzulovich no se presentó”, dijo ayer Salomón. Y Tacón declaró que él, como responsable del área, firmó el informe sobre la secuencia de los semáforos (uno de los datos en que se basaron Checchi y Bernal), pero que lo elaboró el técnico Carlos Marcone.
Ahora quieren que esa persona vaya a declarar para ver si ratifica los datos.
Indagatoria demorada
Ya pasaron casi ocho meses desde el choque y Lombardi todavía no ha sido llamado a declarar en indagatoria.
“Hay elementos suficientes para empezar la instrucción del sumario. Existe la ‘sospecha bastante’ que exige el Código: falleció una persona y no hay dudas de que Lombardi participó en el hecho, de modo que hay fundamentos para que lo llamen a indagatoria”, opinó Salomón.
El abogado de los Lucero ha dicho que no va a hacer planteos a la jueza Carina Gregoraschuk sobre qué delito corresponde imputarle al médico.
Una fuente de la investigación reveló días atrás que la magistrado ordenaría de un momento a otro el llamado a indagatoria del médico, por homicidio culposo.
Pero el abogado de Dahyana Ojeda, Jorge Sosa, planteó en setiembre, cuando se presentó en la causa a nombre de la chica, que el automovilista debe ser acusado de homicidio simple con dolo eventual.
“Es que además de cruzar con el semáforo en rojo, conducía alcoholizado”, reiteró ayer. La pericia de alcoholemia al médico le dio 0,80 gramos de alcohol por litro de sangre, cuando el máximo permitido en San Luis para un conductor es 0,50.
Sosa aseguró que para el caso Lombardi es aplicable el criterio de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que en su último acuerdo rechazó la excarcelación de Lucas Alberto Trasancos, un automovilista que en setiembre (el mismo mes que ocurrió el choque en el que murió Lucas Lucero) atropelló y mató a una pareja que iba en moto por el barrio porteño de Floresta.
“Incluso, en ese caso de Buenos Aires, Trasancos no iba alcoholizado, y Lombardi sí”, afirmó Sosa.


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