Juventud sumó una derrota y sembró cientos de dudas

Cuando arrancó el partido se pareció a aquel equipo que prometió un ascenso en la primera parte del torneo pero, con el pasar de los minutos, se convirtió en un conjunto impreciso, sin gol, sin jugadas colectivas y así sembró cientos de dudas. En el Mario Sebastián Diez, Juventud cayó 2-0 frente a su homónimo de Gualeguaychú, y cerró con una derrota su participación en el Nonagonal final del Torneo Argentino A.

Ahora los jugadores tendrán que hacer borrón y cuenta nueva, y Tempesta deberá ajustar unos detalles en lo futbolístico y otros anímicos.

El auriazul tuvo un arranque “demoledor” y antes de los cinco minutos, generó tres situaciones que claramente podrían haber terminado en gol. La primera fue de Juan Aguirre (a los 2’), la segunda de Matías Garrido (3’) y la otra de Reinoso (a los 5’).

Mauro Aguirre tuvo otra a los 12’ pero su cabezazo luego del centro del “Pini” se fue apenas desviado. A partir de ahí se prestaron la pelota y el partido cayó en un pozo.

En el segundo tiempo la historia se repitió. Primero intentó Willians Peralta con un remate de media distacia y más tarde tuco la posibilidad “El Chuky” pero ni él en el primer disparo ni Emmanuel Reinoso en el rebote pudieron quebrar el marcador.

Pero, “goles que no se hacen en un arco, se sufren en el propio” y eso le pasó al equipo de San Luis. A los 25’, en lo que fue su primer llegada, el Decano de Gualeguaychú abrió el marcador gracias a un gran remate de Cristian Fornillo, quien desde 30 metros mandó la pelota al palo derecho de García.

A los 38 Iván Bonzi (el 10 visitante), pudo haber aumentado el tanteador, pero su penal (García había tumbado un minuto antes a Cristian Fornillo dentro del área y se ganó la tarjeta amarilla), quedó en manos del uno auriazul quien adivinó, en su palo derecho, la dirección de la pelota.

Como si esa acción hubiera generado un gran envión anímico, los de San Luis salieron en búsqueda del empate, pero con muchos jugadores en ataque y pocos en defensa a los 40’ Juan Francisco Pereyra disparó con suerte y sentenció el 2-0 final.

Ahora los jugadores tendrán que hacer borrón y cuenta nueva, y Tempesta deberá ajustar unos detalles en lo futbolístico y otros anímicos.

Tal vez una posible victoria el próximo miércoles ante Unión de Santa Fe por el pase a los 16avos de la Copa Argentina, sea ese envión que necesiten. O tal vez, por la cabeza del DT pase poner en el Juan Gilberto Funes de La Punta, una formación alternativa para cuidar a sus mejores hombres, ya que el sábado 3 de mayo de visitante, arranca la lucha por el segundo ascenso al Nacional B.