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Limitan el ingreso de menores al Shopping los sábados a la tarde

Por redacción
| 28 de abril de 2014
Buscal darle seguridad a los clientes del Shopping.

Dos bandos de niños que se pelearon en el ingreso al San Luis Shopping Center por calle 25 de Mayo fue la gota que rebalsó el vaso. El incidente ocurrió hace dos sábados atrás y desde entonces los encargados del centro comercial decidieron restringir el ingreso de menores los fines de semana, sobre todo por la tarde, para evitar que los pasillos y espacios comunes se saturen de visitantes, en su mayoría adolescentes. Según la gerencia y los empleados de los negocios, los chicos copan el complejo, pero casi no consumen en los locales y además, molestan a los clientes que aprovechan el día libre para hacer compras o tomar algo.
“Lo que tratamos de hacer es mantener un número normal de nenes que circulen. No es una cifra fija, depende de que todos puedan pasar tranquilamente y que los pasillos no colapsen. Pero no está prohibida la entrada. Dejamos que el ingreso sea normal, pero cuando vemos que el shopping está lleno, controlamos en la puerta y les pedimos que esperen un rato. A medida que sale gente, dejamos entrar a los grupos”, dijo María Clara Marinello, responsable de Operaciones del centro comercial. Y agregó que los chicos que deambulan por el shopping los sábados tienen entre 12 y 15 años y están desde las 17 hasta las 22, lo que dificulta regular el recambio de gente, porque suelen entrar y salir del edificio toda la tarde, a diferencia de los adultos, que se quedan un rato y después se van.
Marinello comentó que los niños no sólo no les generan ganancia a los comercios, sino que además ensucian las instalaciones, generan mucho ruido, corren y se empujan contra la vidrieras y a veces hasta rompen cosas de los locales. “Muchas veces tuvo que intervenir la Policía por los desmanes que provocan acá adentro y que parece que los padres desconocen. Se roban entre ellos o se agarran entre patotas a las piñas”, dijo la representante del shopping, quien comentó que la medida de disminuir la cantidad de visitantes la aplica con los más jóvenes porque son los que más problemas les traen. Y agregó que también reforzaron el personal de seguridad en esos horarios.
“Los comerciantes se quejan todo el tiempo. Terminan cerrando las puertas, que es algo que nosotros no permitimos por la imagen del shopping. Todo el tiempo nos preguntaban qué podíamos hacer los sábados con los chicos”, afirmó la encargada de operaciones, quien comentó que el fin de semana recibieron quejas de algunas madres a las que trataron de explicarles que el complejo era un espacio privado y que los locales pagan un alquiler para tener un sitio dentro del edificio.
La medida despertó polémica entre las familias, que creían que sus hijos estaban disfrutando adentro y los encontraron en el estacionamiento. Pero tuvo gran aceptación de quienes trabajan en el centro comercial. El Diario recorrió algunos locales para conocer las opiniones de los comerciantes y las quejas son reiteradas. Yanina, que atiende la sucursal de Pato Pampa, detalló que el ruido de las corridas, la música de los celulares o los gritos en la puerta del negocio, les impiden escuchar y recibir como corresponde a los clientes.
Además, destacó que tienen miedo de que los chicos ocasionen algún destrozo, porque se empujan contra las vidrieras, que están sostenidas arriba y abajo, pero se mueven. Lo mismo aseguró Sebastián, que trabaja en Boccazzi, el local de vinos y conservas. Y agregó que como en el comercio hay muchos envases que pueden romperse y son caros, no dejan que los niños pasen si no están acompañados por un adulto que se haga responsable ante cualquier inconveniente.
“Yo entiendo que no tienen dónde ir a esa edad. Pero los padres los dejan toda la tarde acá”, dijo Yanina, mientras que una de las empleadas de Topper destacó que a sus clientes también les molesta el amontonamiento y optan por ir al local otro día, mientras que Martín, que atiende en Bonafide, contó: "El otro día rompieron la puerta de un baño. Siempre mojan todo o piden vasos de agua. Tratamos de no prestarles atención si no vienen con los padres, porque nosotros estamos trabajando. Esto no es una plaza, es un shopping para comprar y tomar algo”.
¿Qué opinas de la medida?

 



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